El partido entre el FC Barcelona y Anadolu Efes de la Euroliga, la reedición de la última final de la competición que acabó adjudicándose el combinado turco, volvió a ser protagonizado por Ergin Ataman, técnico del equipo visitante en el Palau Blaugrana, tres ser expulsado a falta de 7 minutos y medio para la conclusión del tercer cuarto.
En una jugada en la que los colegiados del partido acabaron sancionando falta en ataque de Bryant Dunston, Ataman se encendió..., y nunca se volvió a apagar. El entrenador turco protestó de forma airada la sanción decretada por los árbitros y fue castigado con una primera técnica que, lejos de apaciguar los ánimos en el técnico del equipo campeón de Euroliga, los calentó aún más.
El entrenador de Anadolu Efes continuó protestando la falta señalada. Su equipo perdía por 6 puntos y Ataman no entendía por qué habían sancionado a su jugador con una falta en ataque en lugar de castigar a Laprovittola y darle el balón a los suyos.
Inmediatamente, y ante la actitud de Ataman, los árbitros decretaron la segunda técnica para el prestigioso entrenador. Debía abandonar la cancha, había sido expulsado.
En el momento en el que señalaron las dos técnicas, consecutivas, al entrenador visitante, los aficionados culés celebraron la decisión. Algo motivado, también, por la polémica que ha rodeado a los últimos partidos entre ambos equipos.
Pero Ataman se negaba. En lugar de marcharse, se sentó en su silla en el banquillo y cogió una botella de agua. El público presente en el Palau, también muy enfadado, no entendía nada y recriminaba al técnico su actitud. Ataman preguntaba, una y otra vez, por qué había sido expulsado, mostrando incomprensión ante la decisión de los árbitros del partido.
Borys Ryzhyk, árbitro ucraniano, mostró paciencia esta vez y escuchó con atención las quejas de Ataman para explicarle, a continuación, por qué había sido expulsado. El entrenador de Anadolu Efes, ahora sí, se marchó de la cancha del Palau, no sin antes encararse con el público.
Cuando se dirigía a vestuarios, se dio la vuelta y, mirando hacia la grada, se detuo con los puños en alto y señalándose, en un claro gesto con la intención de recordar a los aficionados del Barcelona que era él el campeón de la Euroliga que su equipo levantó la temporada anterior, precisamente, ante el conjunto culé.
"Yo gané la Copa", llegó a decir Ataman a la grada. Los brazos en alto y el recordatorio de quién es el vigente campeón de la competición no sentó nada bien, evidentemente, a los aficionados locales. Y es que el campeonato logrado por los turcos ante los culés la temporada pasada aún colea en la Ciudad Condal, a pesar de la buena temporada que los de Saras Jasikevicius están firmando este año.
Aquello encendió mucho más a la afición del equipo catalán, que afeó al técnico la actitud y que celebró, también, cuando se metió dentro de los vestuarios. Unos momentos de tensión provocados, quizás, por la mala campaña que el vigente campeón está firmando en la máxima competición continental. En cualquier caso, de seis enfrentamientos ante el Barcelona, Ataman ha sido expulsado en tres. Una historia de sanciones y técnicas que, probablemente, tendrá continuación en un futuro próximo.