La Final Four de la Euroliga no pudo empezar de forma más emocionante. Dos de los mejores equipos de Europa, Olympiacos y Anadolu EFES, se citaron en el Stark Arena de Belgrado para disputarse el primer billete a la gran final del sábado 21 de mayo y levantaron a todo el público del asiento con un final de partido que fue de auténtico infarto.
El conjunto griego comenzó dominando el encuentro en el primer cuarto, pero poco a poco Efes fue imponiendo su juego y consiguió darle la vuelta hasta llegar al último cuarto con una ventaja de cinco puntos.
63-68 y todo por decidir. Olympiacos fue recuperando su mejor versión ante los turcos, que se vinieron abajo en los últimos minutos. El marcador estaba cada vez más ajustado hasta igualarse 74-74 a falta de 19 segundos.
Fue entonces cuando apareció Vasilije Micić para hacer magia y regalarnos un momento que quedará para siempre en las páginas de la Euroliga.
El serbio, que no había estado especialmente inspirado durante el partido, jugaba en casa y se contagió del ambiente del Stark Arena para tirar de orgullo y meter a su equipo en la gran final.
Intentando agotar la posesión lo máximo posible, Micic logró deshacerse de sus oponentes y sacarse un triple bestial que entró sobre la bocina y desató la locura de todos los allí presentes.
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No sólo de los espectadores, sino también de nuestro equipo de comentaristas de DAZN, que no pudo hacer otra cosa más que rendirse ante lo que acababan de presenciar.
Fran Guillén enloquecía en la narración mientras que Berni Rodríguez y Piti Hurtado ponían cara de asombro y se llevaban las manos a la cabeza ante el que ya es uno de los mejores momentos del baloncesto europeo en los últimos años.
Esta es la segunda final consecutiva para Anadolu EFES, que espera revalidar el título obtenido la pasada temporada y sumar su segunda corona europea.