El FC Barcelona de Saras Jasikevicius cayó, por segunda vez consecutiva, en la Euroliga de baloncesto ante un AX Armani Exchange Milan que le ha vencido en las dos ocasiones en las que se ha enfrentado en los culés en la presente edición de la competición continental de basket más prestigiosa de Europa.
Y eso que el conjunto catalán no empezó mal el partido en el Palau Blaugrana, donde estaba invicto en la Euroliga. Aunque en el primer cuarto casi siempre fue a remolque y a la estela del combinado italiano, los locales salieron enchufados a un segundo cuarto en el que llegaron a situarse cuatro puntos por encima de sus rivales.
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Aun así, Olimpia Milano supo rehacerse y se marchó al descanso con una ventaja de seis puntos en el marcador. La situación la arregló, sin embargo, el equipo culé en el tercer cuarto, el mejor del partido y donde la reacción parecía que iba a servir para obtener la victoria y dejar atrás la derrota en cancha del Baskonia el 30 de diciembre.
En ese tercer cuarto, los de Jasikevicius remontaron la desventaja que tenían de ocho puntos y, con un parcial de 10-0, consiguieron situarse 10 puntos por encima de los italianos, que alcanzaban el último y definitivo cuarto del partido siete puntos por debajo.
Todo hacía indicar que el Barcelona iba a conseguir una nueva victoria en casa en la Euroliga, donde se había mostrado intratable. Nada más lejos de la realidad. La ventaja se fue diluyendo en el último cuarto y, aunque el final de partido estuvo tremendamente igualado gracias, sobre todo, a los triples de Kyle Kuric y Nikola Mirotic, el triple de Malcolm Delaney para los visitantes acabó siendo una losa demasiado pesada para los de Jasikevicius.
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El técnico del Barcelona, al término del partido, mostró su descontento en la entrevista flash y, preguntado sobre la "positiva reacción" de los suyos en el tercer cuarto, dejó claro que no hay nada positivo que rescatar del encuentro.
"¿Qué hay de positivo? Si hemos perdido en casa, ¿por qué mentirnos a nosotros mismos? Nos han remontado y no seguimos el plan de partido", aseguró mientras agitaba los brazos en una clara señal de desacuerdo.