Michael McKinson está experimentando una gran semana de boxeo por primera vez en su carrera. Tratar de 'cazar' al boxeador de Portsmouth para una breve charla sobre la semana en que pelea contra Vergil Ortiz en California ha resultado complicado considerando la gran cantidad de obligaciones contractuales que debe hacer frente McKinson en los próximos días.
A finales de 2020, McKinson estaba en Yorkshire venciendo a Martin Harkin en un combate de boxeo que se celebró en mitad de la pandemia de Covid-19. Ahora, está a casi dos millones de kilómetros de donde tuvo lugar aquella velada. McKinson está en Los Ángeles.
Desafiando a los principales nombres de las 147 libras en Gran Bretaña, como Conor Benn y Josh Kelly, McKinson hablaba en serio. Eddie Hearn escuchó su demanda de peleas más grandes. "Aproveché la oportunidad para tratar de conseguir una pelea más grande", dijo McKinson al hablar con DAZN.
"Básicamente, hace 18 meses, todavía era un luchador de salón pequeño y tenía que cambiarlo. Sabía que era capaz de pelear y vencer a los grandes nombres, pero tenía que hacerme oír, por eso dejé en claro que estaba listo para ponerme a prueba. Sabía que lo tenía en mí".
Enfrentándose a Chris Kongo en la cartelera de la revancha de Dillian Whyte con Alexander Povetkin, McKinson tuvo la oportunidad de demostrar sus cualidades ante una gran audiencia. No defraudó. De hecho, se hizo con la victoria por los puntos. Un año después, McKinson quiere seguir creciendo.
Con Ortiz, McKinson se enfrenta a uno de los prospectos más brillantes del boxeo. Promovido por Oscar De La Hoya, Ortiz ha sido preparado para el estrellato desde el primer día, y McKinson es tratado como el último paso en su camino hacia la gloria mundial.
Fuera de su pequeño equipo, pocos respaldan las posibilidades de McKinson, pero al escuchar la convicción en su voz, es obvio que le gusta el reto. "Él no es el boxeador perfecto, eso no existe. Tiene debilidades y, sin entrar en ellas, he visto lo que puedo explotar".
"Su última pelea, contra Egidijus Kavaliauskas, no siguió su propio camino. Allí tuvo que pasar por un momento difícil. Se le puede vencer, es humano, y ahora tengo que entrar y demostrarlo".
Aunque espera tener éxito el sábado por la noche, en vivo en DAZN, la victoria de McKinson sería una de las sorpresas de 2022 a pesar de que aún nos encontramos tan sólo en el tercer mes del año. Es una pelea de la que McKinson ha estado al tanto desde noviembre, y ha pensado en cada momento en ella.
Se trata de una pelea poco probable para McKinson, una que nadie podría haber predicho hace un año, pero es una pelea que 'The Problem' está disfrutando.
"Es una pelea que va a cambiar mi carrera y, cuando gane, va a cambiar mi vida. He pedido peleas como esta, así que ahora tengo que demostrar que soy digno de estar en ellas".