Caleb Plant es uno de los grandes rostros del mundo del boxeo. El púgil americano es, desde enero de 2019, el poseedor del título de la Federación Internacional de Boxeo del peso supermediano. A sus 29 años es uno de los grandes boxeadores del mundo y quiere seguir demostrándolo en cada pelea en la que tiene la oportunidad.
Nada en la vida de Plant es normal ni sencillo. Desde los dos golpes que le dio la vida con los fallecimientos de su hija y de su madre hasta el apodo que posee en el mundo del boxeo.
Caleb Plant y su apodo en el boxeo
Y es que Caleb 'Manos Dulces' Plant no siente agrado por su mote, pero entiende que es algo impuesto y contra lo que no puede hacer nada. Poco antes de su pelea contra Canelo Álvarez por todos los títulos del peso supermediano, el norteamericano explicó de dónde viene eso de 'Manos Dulces'.
“Honestamente, no me gusta este apodo o este nombre que me ponen en el cuadrilátero. Es algo que me pusieron cuando era amateur, en los regionales de los Guantes de Oro, cuando estaba empezando a ganar el estatal", expresó.
"Iba a los regionales y me decían: 'Hombre, ¿quién es este joven blanco? ¿Quién es este joven? Tiene unas manos dulces, tiene unas manos dulces…', y supongo que era algo que no estaban acostumbrados a ver. Y me empezaron a decir eso y a llamarme así. Y así se quedó".
"No creo que uno deba ponerse un apodo o un nombre en el cuadrilátero. Es algo que otros te ponen, así que con eso nos quedamos. Pero para ser honesto, no siento que sea un buen nombre, pero es lo que es”.
Caleb Plant y las tragedias personales vividas
Caleb Plant no ha tenido un pasado para nada sencillo. El hoy púgil profesional nació en un pequeño poblado, de nombre Ashland City, donde sufrió una dura infancia debido a las carencias presentes en su vida. Además, su madre tenía severas adicciones, lo que complicaba aún más las cosas.
Su padre, sin embargo, apostó de manera decidida por el deporte, y llegó a construirle a Caleb un pequeño gimnasio para que practicara boxeo, un deporte que comenzó a desarollar a los nueve años.
Poco a poco, Plant logró hacerse un nombre dentro del boxeo amateur pero, cuando estaba a punto de dar el salto al profesionalismo, recibió una noticia que cambiaría su vida para siempre: su hija, Alia, padecía una enfermedad desconocida que la obligaba a luchar por sobrevivir a diario.
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“Alia nació con una condición médica desconocida. Hicieron que enviaran su sangre para realizar más de 50.000 pruebas en el Hospital de Niños Vanderbilt, que es probablemente el hospital de niños más prestigioso del mundo. Todo salió negativo".
"Tenía al menos 150 convulsiones por día. No hubo un día en que tuviera menos de 150 convulsiones".
“Probablemente hubo un puñado de ocasiones en las que pude abrazarla y mirarla y hacer contacto visual donde me sentí como, 'wow, creo que ella me ve, creo que en realidad me está mirando'. Quizás cinco veces en 19 meses. Y el resto eran como un borrón, solo estaba brumoso".
"No sabía dónde estaba ni quién era yo. Ella tenía daño cerebral, no tenía habilidades motoras, no podía sentarse, no podía mantener la cabeza erguida, no podía cerrar el puño".
A los 19 meses, la pequeña Alia no pudo pelear más por su vida y falleció en el hospital.
“Su respiración estaba bajando lentamente. Fui a verla y le dije: 'Han sido 19 meses muy largos y sé que tienes que estar cansada. Si estás cansada, terminaste, y ya no quieres hacer esto, tu papá te apoya, yo estaré aquí'.
"Antes era, 'no, esto no va a suceder', pero tuve esa conversación con ella y comenzó a decaer. Me senté ahí con ella y tomó su último aliento el 29 de enero a las 10:55", explicó Plant.
Cuando aún se recuperaba de la muerte de su hija, en marzo de 2015 Caleb Plant recibió la noticia del fallecimiento de su madre, que sufrió una crisis de salud mental, por lo que sería trasladada por los Servicios Médicos de Emergencia.
Sin embargo, ella opuso resistencia y sacó un cuchillo de su mochila, obligando a los médicos a llamar a la policía. Uno de los agentes pidió que se detuviera, pero ella hizo caso omiso, por lo que el policía disparó su arma contra Beth Plant, que murió en el hospital de Nashville a los 51 años.