Jonas Vingegaard es uno de los grandes nombres del ciclismo actual.
Bicampeón del Tour de Francia, el danés temió por su vida tras sufrir una caída fatal en la Itzulia en la cuarta etapa de la Vuelta al País Vasco.
El propio Vingegaard ha recordado en el periódico DR el sufrimiento que vivió y la angustia sufrida.
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Jonas Vingegaard, de temer por su vida tras su caída en la Itzulia al "milagro" en el Tour de Francia: “Creía que me iba a ahogar en mi propia sangre”
Eurosport
Remco Evenepoel, Primoz Roglic y Jonas Vingegaard, entre otros, sufrieron una durísima caída en la Itzulia, que terminó con Vingegaard cerca de perder la vida.
Siete costillas rotas, fractura del esternón, clavícula en varios pedazos, un dedo roto y ambos pulmones perforados. Ese fue el diagnóstico del ciclista danés, que en menos de 90 días ya estaba preparado en la salida del Tour de Francia. Un milagro.
Y por si fuera poco, terminó segundo en el prestigioso torneo francés, por detrás de Pogacar.
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“No puedo respirar durante los primeros diez segundos. Ya allí sé que algo va mal. Cuando por fin puedo volver a respirar, toso sangre. Entonces sé que es una completa locura”, recuerda Vingegaard. “Debido a que hubo una lucha por la posición y a la mala carretera, no puedo frenar. La bici resbala, simplemente, porque voy demasiado rápido. Es la primera vez que no intento subirme de nuevo”.
“Creía que tenía una hemorragia interna, lo que significaba que me ahogaría en mi propia sangre o moriría a causa de la hemorragia”, subraya el danés. “Me costó soportar la idea de que tendrías que vivir sin mí”, le dice a su pareja, Trine Marie, que en ese momento estaba embarazada.
"Cuando estaba tirado en el suelo, pensé que, si sobrevivía a esto, terminaría mi carrera. Luego hablamos mucho de eso, y ambos (su esposa y él) pensamos que debía continuar. Porque sigue siendo mi pasión".
Al principio la idea del Tour parecía algo inimaginable. ¿Volver a subir a una bici después de ese accidente, ese mismo año? imposible.
“Cuando está en cuidados intensivos, no pensamos en absoluto en el Tour. Allí ni siquiera puedes ir al baño. Fue pura supervivencia. En ese momento, simplemente, estoy feliz de que esté vivo”, añade Trine Marie.
Pero al final lo consiguió, y el día que arrancaba el campeonato, Vingegaard estaba sobre su bicicleta: “Fue un milagro estar, pero más milagro todavía fue quedar segundo”.
“Ya le gané dos veces en el Tour 2022 y 2023, por lo que demostré que podía superarlo (a Pogacar). Obvio que con su actuación y nivel de este año… quiero intentarlo de nuevo".
"Si esta temporada hubiese sido normal, tras acabar el Tour a seis o siete minutos de Tadej sería difícil mantener la fe, pero con lo que me pasó, la operación que tuve… tengo mucha confianza”, sentenció.