El Valencia se metió en la final de la Copa del Rey tras superar al Athletic Club gracias a un extraordinario gol de Gonçalo Guedes en los minutos finales de la primera parte, cuando el atacante portugués protagonizó un potente disparo desde la frontal del área ante el que nada pudo hacer Julen Agirrezabala.
Mestalla estaba totalmente abarrotado por una afición valencianista rebosante de ilusión por volver a la final de una competición que ganó recientemente cuando, curiosamente, era Marcelino García Toral, actual entrenador del conjunto bilbaíno, el que dirigía la orquesta ché desde el banquillo.
El conjunto ahora dirigido por José Bordalás saltó al terreno de juego imprimiendo la intensidad que ya caracteriza a los valencianistas espoleados, en parte, por una afición que no cesaba de animar a los suyos durante los instantes iniciales.
Aun así, los athleticzales lograron repeler las llegadas protagonizadas, sobre todo, por un Bryan Gil que se mostró especialmente activo durante los primeros compases de juego. Y es que de las botas del barbateño salían las mejores ocasiones del partido.
De hecho, el ex del Tottenham fue el motivo principal por el que los espectadores se levantaron de los asientos cuando, en el ecuador del primer acto, se rehizo en una acción en la que parecía que no tendría salida para armar un disparo que se marchó muy cerca de la meta visitante.
Sin embargo, sería uno de los mejores jugadores de la actual temporada en el Valencia, Gonçalo Guedes, quien pondría por delante a los suyos cuando faltaban pocos minutos para que se alcanzara el tiempo de descanso.
Tras una falta colgada al interior del área y despejada por la defensa vasca, el cuero llegaba a las botas del talentoso atacante luso que, tras amagar con el disparo y colocarse la pelota a su pierna derecha, se sacó un potente disparo colmado de tensión ante el que nada pudo hacer Julen Agirrezabala, que se estiró a su izquierda para tratar de evitar un golazo que serviría para dar ventaja en el marcador a los de Bordalás.
Mestalla retumbaba y Guedes celebraba, junto a sus compañeros, un gol esencial para adelantar, por primera vez en la eliminatoria, al Valencia ante un Athletic que también buscaba volver a alcanzar una final de Copa del Rey.
Sería el primer zarpazo de un encuentro vibrante entre dos equipos con un ADN claramente marcado por la filosofía y el carácter de sus entrenadores que peleaban por un lugar en la final de una histórica competición como es la Copa del Rey.
En la segunda mitad, los valencianistas consiguieron maniatar a un Athletic que no logró responder al solitario tanto que se produjo en Mestalla y se quedó con la miel en los labios ante un Bordalás que celebraba eufórico el pase al último partido por el título de campeón.
Al término del partido, un emocionado Gonçalo Guedes atendió a los medios de comunicación para ofrecer sus sensaciones después de ser el protagonista de la jornada gracias a su formidable gol para situar al Valencia en la final del torneo.
"El día de hoy fue fantástico. El recibimiento que tuvimos y la afición nos ayudó mucho. Al final hicimos un gran partido, aprovechamos ponernos por delante en el marcador, aguantamos el resultado y fue lo más importante".
"Una gran victoria. El equipo estuvo muy bien, muy junto. Hicimos lo que el míster nos había pedido y nos vamos a la final de forma merecida".
"No sé ni lo que me pasó en la celebración. Sentí que la mejor oportunidad para hacer gol era tirar desde ahí, tampoco tenía muchas opciones. Aproveché y me salió bien. Estoy muy contento por haber ayudado mucho al equipo".
"La gente habla mucho. Nosotros trabajamos diariamente para estar al máximo nivel. Intentamos hacer lo mejor y lo mejor es ganar. Intentamos ganar lo máximo posible y creo que estar en la final es muy bueno para nosotros".
"Es muy merecido por la afición. Nosotros también sufrimos mucho, pero así es la vida. Tenemos que levantarnos siempre y darle alegrías a la afición que para eso jugamos".