El GP de Gran Bretaña estuvo a punto de pasar a la historia por acoger una catástrofe para uno de los pilotos de la parrilla de Fórmula 1. Ocurrió en la salida de la carrera del domingo y únicamente la excelente seguridad de la que gozan los protagonistas evitó males mayores.
Guanyu Zhou y George Russell hicieron, en la salida, un sándwich a Pierre Gasly. El piloto francés de Alpha Tauri acabó tocando al británico, que pinchó la rueda y salió disparado hacia la izquierda, impactando con el Alfa Romeo del piloto chino.
En ese momento, el monoplaza de Guanyu Zhou se levantó por completo, quedando bocabajo y deslizando a gran velocidad por la grava. Al estar volcado, el coche apenas se frenó y, cuando se disponía a alcanzar las protecciones, la propia grava provocó que diera vueltas de campana.
En esa esquina, justamente, se encontraban una de las gradas supletorias del circuito. Junto a ella, y para proteger a los espectadores, una esquelética valla de metal para delimitar el trazado del graderío. Aquellos aficionados, en ese momento, vivieron una situación para el recuerdo.
Cuando el Alfa Romeo comenzó a dar vueltas de campana, el monoplaza superó las protecciones y acabó estrellándose contra la mencionada valla, elemento que evitó que el coche se estrellara en la grada y provocara daños irreparables en decenas de personas que se encontraban en ese punto del recinto.
Por todo ello, y dentro de las 'Fàbrega lecciones' de Albert para DAZN en el previo de cada Gran Premio de la temporada de Fórmula 1, el periodista de DAZN detalló cómo funciona el halo y las protecciones para que los impactos de los pilotos supongan el menor daño posible.
Lo hizo, cómo no, acompañado de Melissa Jiménez, que de nuevo volvió a probar en primera persona los 'experimentos' realistas de Albert Fàbrega, que en cada circuito recrea una parte del monoplaza para explicar, de manera didáctica, el funcionamiento de los coches de Fórmula 1.
En el caso del salvaje accidente de Guanyu Zhou, fue el halo el elemento indispensable que salvó la vida del piloto chino. A pesar de ser una incorporación reciente y que, debido principalmente a su escasa estética, tuvo una gran cantidad de críticas, en Silverstone demostró ser indispensable para ayudar a la protección de los pilotos.
Por ello, Albert explicó tanto el funcionamiento de la barra antivuelco, situada en la parte más alta del chasis, detrás de la cabeza del piloto, y del halo, que se adapta al coche. En el caso de las barras antivuelcos, los equipos tienen libertad para escoger el diseño que estiman más oportunos, pero todas están sujetas a unas fuerzas muy importantes para la FIA: verticales, laterales, longitudinales...
El halo, en cambio, sí es igual para todos los pilotos, que tienen una medida máxima para que, entre otras cosas, los elementos antivuelco puedan realizar su función y proteger la integridad del piloto en caso de accidente.