Carlos Sainz y Ferrari tomaron la decisión de realizar importantes ajustes antes de este GP de Francia. En la última carrera, la de Austria, el monoplaza de Carlos terminó ardiendo. Estos cambios suponían una sanción de 10 puestos en la parrilla.
El objetivo de Sainz para la clasificación del sábado era doble. Por un lado, terminar por delante de Kevin Magnussen, piloto de Haas que también modificó partes de su vehículo. Y por otro, ayudar a Charles Leclerc para conseguir el mejor tiempo posible.
Estuvieron muy finos los dos pilotos de Ferrari y la propia escuderia. Lograron la tarea de la clasificación con un trabajo coral definidio y bien medido, con el punto de énfasis en el rebujo de Sainz.
El rebufo de Carlos Sainz para la pole de Charles Leclerc
Getty Images
Difícil de realizar y con el riesgo de provocar la caída de Leclerc en la clasificación si salía mal. Ferrari jugó sus cartas y la mano salió ganadora. Sainz supo ajustar para ejecutar un rebufo perfecto. Y no era nada sencillo.
Leclerc se fue acercando a Carlos en la recta final y era evidente que el movimiento del español sería dejarle pasar. La teoría estaba clara, pero en la práctica no suele ser tan fácil. Aun así, el movimiento de Sainz fue excelente.
Leclerc tuvo la recta para robar unas décimas al cronómetro y terminar primero en la clasificación. Abrirá la parrilla en la carrera del domingo mientras su compañero sale desde el final, aunque al menos lo hará por delante de Magnussen.
El mensaje del piloto monagesco nada más terminar fue muy claro y dirigido a Sainz: "¡grandísimo!, ¡grande Carlos!". La relación entre ambos siempre ha sido de mucho respeto y buen rollo.
Pedro de la Rosa: "Lo pícaros que han estado en no mostrar sus cartas"
DAZN
El analista de DAZN comentó en el post de la clasificación que el rebufo fue "magistral a todos los niveles". Destacó la dificultad de ejecutar la maniobra en este circuito, además de la inteligencia de los pilotos y la escudería en guardar sus cartas.
"No es un circuito donde dar un rebufo sea fácil", dijo de la Rosa. "Lo han hecho muy bien. Un par de décimas sí que puede haber en ese rebufo. Hablábamos antes de lo pícaros que han estado en no mostrar sus cartas antes de la calificación".