Estaba siendo un momento emotivo. Carlos Sainz estaba terminando de atender a DAZN justo después del GP de Qatar de Fórmula 1, en el que Fernando Alonso hizo podio y en el que él mismo obtuvo una séptima posición, justo por delante de su compañero de equipo en Ferrari, Charles Leclerc.
Y estaba siendo un momento emotivo porque, precisamente, al final de su intervención pidió unos últimos segundos para felicitar a su compratriota Alonso por el brillante podio conseguido con unos neumáticos tremendamente gastados.
Entonces, emergió él. Lando Norris, haciendo gestos de 'fuera, fuera', llegaba para, entre bromas, apartar a Carlos Sainz y comenzar él con sus declaraciones. El español lo miró, sonrió y le preguntó '¿qué estás haciendo?', en una referencia clara a los gestos con la mano del británico. En ese momento ambos rieron y Sainz se marchó.
Es un momento más en la excelente relación que mantienen el piloto de McLaren y el de Ferrari, que protagonizaron en el GP de Brasil, sin embargo, un momento de cierta tensión. En la primera curva, justo después de arrancar la carrera, ambos se tocaron y Norris tuvo que pasar por boxes para cambiar neumáticos, lo cual empañó la gran salida que el británico había realizado.
Poco después, en un campo de golf, donde ambos han coincidido en más de una ocasión para practicar un deporte del que disfrutan juntos, tanto Sainz como Norris rememoraron, entre carritos de golf simulando monoplazas de Fórmula 1, lo sucedido en Interlagos, dejando una escena tremendamente llamativa.
"Yo me moví ligeramente a la derecha", defendió Carlos Sainz, simulándolo con su carrito. "Sí, demasiado agresivo", le reprendió Norris. "Yo iba más rápido en este punto, tú ibas más lento", comenzó esta vez a explicar el británico antes de añadir que pensó "'Carlos se irá a la izquierda y yo podré girar a la izquierda'". "Voy hacia la izquierda..., ¡oh, Carlos va recto!", finalizó el británico.
Una divertida recreación que sirvió para entender el pensamiento de ambos pilotos sobre lo sucedido en la primera curva del GP de Brasil en una relación que, debido a que compartieron equipo en McLaren, es poderosamente buena.