El GP de Brasil de Fórmula 1, penúltima carrera de un Mundial ya conquistado tanto por Max Verstappen en los pilotos como por Red Bull en los constructores, coronó, por fin, a Mercedes. La escudería británica logró la primera victoria de la temporada haciendo, además, un doblete.
George Russell y Lewis Hamilton consiguieron hacerse con las dos primeras posiciones. En el caso de Russell, además, se trata de la primera victoria de su trayectoria deportiva en la Fórmula 1, y la alegría en el expiloto de Williams fue máxima en Interlagos.
Más insatisfecho finalizó, sin embargo, Charles Leclerc. El monegasco se encuentra batallando con Checo Pérez, de Red Bull, por el subcampeonato del mundo de constructores. El de Ferrari finalizó la carrera en la cuarta posición, justo por detrás de su compañero de equipo.
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El mexicano, sin embargo, marchaba en séptimo lugar y, después de una polémica con Verstappen, a quien dejó pasar bajo la promesa de que le devolvería la posición en el caso de que no consiguiera superar a Fernando Alonso, quinto, vio cómo su principal rival sumaba más puntos.
Cabe recordar, no obstante, que no es la única pelea en la que está inmerso Ferrari. La escudería italiana no tiene únicamente a Charles Leclerc pugnando aún por algo realmente importante cuando tan sólo falta una carrera para la finalización del campeonato, sino que a nivel de equipo también tienen aún cosas por decir.
Y es que Ferrari tiene que luchar con Mercedes por el subcampeonato del mundo de constructores. Toda vez que Red Bull ya se hizo de manera matemática con el liderato, los italianos quieren consolidar su posición de privilegio en un año en el que han vuelto sus opciones de ganar carreras con la segunda posición en el Mundial.
Bajo este pretexto, y con la necesidad de sumar la mayor cantidad de puntos posibles debido al doblete de los británicos en Interlagos, Ferrari denegó a Charles Leclerc la posibilidad de que Carlos Sainz intercambiara posición con él. Es más, desde el equipo ni siquiera le llegaron a plantear la posibilidad al madrileño.
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Todo ello enfureció a un Leclerc que no entendió las decisiones del equipo, que consideró arriesgada una maniobra que debía dejar a Sainz, que aventajaba en cuatro segundos a su compañero de equipo, en cuarta posición. Una acción que se podría haber llevado a cabo de no ser porque Fernando Alonso se encontraba a poco más de un segundo y podía aprovechar la deceleración del español para entrar en zona de DRS y acabar por delante de uno de los dos Ferrari, lo cual lastraría el botín de puntos a obtener.
La reflexión, evidentemente, no la hicieron en carrera con Leclerc, que insistió en la necesidad personal de sumar puntos a la hora de pelear por el subcampeonato del mundo de pilotos.
"Pensad en el campeonato en caso de terminar así. Por favor, pensad en el campeonato, necesito los puntos", imploró el monegasco. Su petición, sin embargo, fue rechazada. "Pensamos que es demasiado arriesgado", respondieron desde el muro.
Ante esta situación, Leclerc se mostró irónico. "Gran trabajo". Una vez finalizada la carrera, desde Ferrari le dieron la enhorabuena. "P4, gran trabajo". Esto enfadó aún más a Leclerc, que pidió que se lo repitieran. "Sí, gran... Mamma mía. Venga..., apaga la radio", respondió.
En Ferrari insistieron para tratar de calmar los ánimos de su piloto. "Buen trabajo en esta carrera, es lo mejor que podríamos haber hecho. Hubo otros motivos por los cuales no hicimos el intercambio de posiciones al final, lo hablamos después. Gran carrera".
"No sé de qué motivos me hablas. Lo siento, pero... En fin, está bien", volvió a responder el piloto para cerrar la conversación.