Fernando Alonso tuvo un fin de semana aciago en el GP de Austria de Fórmula 1. El piloto ovetense tuvo buen ritmo en los entrenamientos libres. En la clasificación del viernes, obtuvo un buen octavo puesto para la carrera al sprint del sábado.
Sin embargo, ese día comenzó a truncarse cualquier tipo de opción de sumar en el Red Bull Ring. Cuando iba a iniciar la vuelta de formación, un problema eléctrico en su monoplaza impidió que éste arrancara, por lo que fue retirado al pit lane y no pudo participar.
Ello obligó a que el asturiano comenzara la carrera del domingo en la última posición, únicamente superando a Valtteri Bottas que, tras cambiar unidad de potencia y modificar el ala trasera, partía último y desde el pit lane, por lo que Alonso no tenía a nadie detrás en la parrilla de salida.
De esta forma, la única opción de que el piloto español sumara algo en Spielberg era remontando y adelantando a una importante cantidad de monoplazas con su Alpine, algo realmente complicado y al alcance de muy pocos pilotos en la parrilla.
Aun así, Fernando Alonso estaba dispuesto a presentar batalla y a no rendirse jamás. Su elección de neumáticos duros le situó en la parte media de la tabla cuando todos los pilotos fueron desfilando por el pit lane para cambiar las gomas medias que había elegido gran parte de la parrilla.
En cualquier caso, el transcurso de la carrera le fue devolviendo a una posición más atrasada, teniendo que adelantar de nuevo en la pista para obtener una mejor posición con el objetivo de sumar puntos para la clasificación general.
Lo consiguió en la última curva de la última vuelta. Tras una remontada heroica, el piloto ovetense pudo adelantar a Valtteri Bottas para hacerse con la décima plaza y sumar un punto en la clasificación, algo realmente difícil teniendo en cuenta en qué situación se le había puesto la carrera.
Tras la carrera, Fernando Alonso atendió a los micrófonos de DAZN para ofrecer sus sensaciones en una buena carrera a tenor de lo demostrado sobre el asfalto y la cantidad de adelantamientos que se vio obligado a realizar para tener un buen resultado final.
"Fue una carrera difícil. Saliendo desde atrás teníamos más ritmo, pero íbamos todos en un tren de DRS y nadie adelantaba, así que perdimos bastante tiempo ahí, y luego, al final, podíamos haber acabado sextos, pero tuvimos que hacer otro pit stop, una vuelta detrás de otra, porque tenía muchas vibraciones en los neumáticos y no sabíamos qué pasaba".
"Tanto en Silverstone como aquí creo que han sido mis mejores carreras. Allí pudimos acabar quintos y aquí décimos solamente, pero me sentí mucho más rápido que los coches con los que estábamos luchando y eso es una buena sensación".