El Mundial de Fórmula 1 aterrizó en Miami, por primera vez en la historia, para celebrar la quinta prueba del campeonato, que acabó adjudicándose el vigente campeón del mundo, Max Verstappen, por delante de los Ferrari de Charles Leclerc y Carlos Sainz, que completaron el podio.
El otro español de la parrilla, Fernando Alonso, tuvo que conformarse con la novena posición a pesar de que la carrera la finalizó octavo. Y es que una penalización de cinco segundos impuesta al asturiano después de un toque con Pierre Gasly acabó provocando que el bicampeón del mundo cediera su posición, casualmente, a su compañero de equipo, Esteban Ocon.
Tras la carrera, Albert Fábrega tuvo la oportunidad de departir, unos instantes, con un rostro reconocido en la Fórmula 1 y que, a sus 46 años, todavía sigue pilotando a grandes velocidades y, de hecho, participa en mayo en las 500 millas de Indianápolis.
Se trata de Juan Pablo Montoya, ex piloto colombiano de Fórmula 1 que disputó 95 Grandes Premios entre 2001 y 2006 de la mano de Williams, primero, y McLaren, después. Durante ese tiempo, fue capaz de subir al podio en 30 ocasiones, vencer en siete carreras y lograr 12 vueltas rápidas. También tiene en su haber 13 poles.
En declaraciones a DAZN, Montoya reflexionó sobre lo que había deparado la carrera en el trazado norteamericano, y reconoció que la batalla por la primera posición era previsible toda vez que Verstappen tenía ventaja con respecto a Carlos Sainz en la salida.
"Se veía que iba a pasar esa lucha por la cabeza. En mi opinión, Max iba a alargar mejor que Carlos porque iba por el lado limpio de la pista y eso ayuda mucho. Creo que Red Bull se estaba guardando un poco en clasificación para la última ronda, y lo mostró Checo".
"Checo, en la última vuelta, hizo morado el último sector, que normalmente perdían décimas con Ferrari. Tenían velocidad guardada y lo mostró Max en carrera".
Por otra parte, cuestionado sobre el desembarco de la Fórmula 1 en Estados Unidos, que por primera vez contará, en 2023, con tres fines de semana de competición después de que Miami y Las Vegas se hayan unido al Circuito de Las Américas, Montoya mostró su satisfacción y auguró un espectáculo de primer nivel para los eventos.
"La Fórmula 1 está para quedarse en Estados Unidos. Es muy interesante porque el mercado en Miami y en Las Vegas son completamente diferentes, son como países y culturas diferentes. Va a ser interesante qué hace Las Vegas, que hará un evento espectacular también. Miami hizo un evento muy bueno, y es muy internacional".
Por último, Montoya aclaró si sufre más como piloto o como padre de piloto, puesto que su hijo, Sebastián Montoya, es piloto de la Fórmula Regional Asiática, un certamen creado, en un principio, para que se desarrollara de manera paralela a la Fórmula Regional Europea y que sirviera de cantera antes del ascenso a F3. Sin embargo, la categoría ha quedado reducida a cinco fines de semana de competición, todos ellos en Emiratos Árabes Unidos. En cualquier caso, Montoya no dudó a la hora de responder.
"Se sufre mucho como padre de piloto. Sebastián está haciendo un trabajo muy bueno, pero se sufre mucho".