El carácter de Kimi Raikkonen ha dado siempre mucho que hablar dentro de la Fórmula 1. El 'hombre de hielo', como se le conoce dentro del paddock, ha protagonizado innumerables enfados y momentos de tensión fruto de su particular forma de ser que, de alguna forma, le han convertido en uno de los personajes más queridos por los aficionados.
No hay Gran Premio en el que el finlandés no haga gala de su fuerte temperamento. En Turquía, pudimos volver a ver a Kimi Raikkonen en estado puro.
El piloto de de Alfa Romeo, que anunció que se retirará a final de temporada, sacó toda su ira contra el equipo porque se había roto el sistema de hidratación de su monoplaza y tenía los pies mojados.
"Tengo agua corriendo por mis botas porque vuestro sistema de hidratación está goteando", gritaba una y otra vez por la radio.
El finlandés tuvo que parar durante la sesión de entrenamientos y entrar a boxes para que los mecánicos arreglaran la avería.
Mientras dos miembros de su equipo trataban de solventar el problema, un visiblemente enfadado Kimi continuaba dedicando gritos e improperios varios.
"¿Cómo es posible que sea tan difícil arreglar algo tan simple?", decía sin parar. Desde Alfa Romeo, trataron de poner tierra de por medio y explicarle lo que estaba pasando, pero Raikkonen insistía cada vez más cabreado en que no se podía perder tanto tiempo.
"Si ya no somos capaces de arreglar una cosa tan sencilla...", afirmó con tono irónico mientras se quejaba de que no paraba de entrarle agua en el coche.
Raikkonen finalizó la sesión del viernes en decimoquinta posición a 1.339 segundos de distancia de Lewis Hamilton, que marcó el tiempo más rápido.