La FIA ha escuchado a los pilotos. Lo pedían a gritos (unos más que otros) y el ente que manda en la Fórmula 1 tomará medidas técnicas para reducir o eliminar el 'porpoising', llegado al 'gran circo' con el cambio de reglamentación en 2022.
El violento rebote de los monoplazas, especialmente notable en zonas de alta velocidad, cogió de nuevas a gran parte de la parrilla y a algunos equipos que, tras ocho citas en el calendario del Mundial, no han logrado corregir un 'mal' que ha lastrado físicamente a algunos de sus pilotos.
Así se vio en Bakú, donde Lewis Hamilton y Daniel Ricciardo bajaron de sus coches alegando dolores en la espalda y allí donde el británico explotó. "Me está matando la espalda", llegó a decir el siete veces campeón del mundo en una clara indirecta hacia quienes mandan.
Unas plegarias que parecen haber surtido ahora efecto. La Federación Internacional de Automovilismo lanzó este jueves un comunicado afirmando que, con el fin de garantizar la seguridad del campeonato, tomará medidas técnicas con el fin de reducir el llamado 'porpoising'.
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Esto reza el comunicado de la FIA:
"Tras la octava prueba del Campeonato del Mundo de Fórmula Uno de la FIA de 2022, en la cual se analizó el fenómeno de las oscilaciones aerodinámicas (porpoising) de la nueva generación de coches de F1, y el efecto de esto durante y después de la carrera en la condición física de los pilotos, algo que volvió a ser visible, la FIA, como órgano gobernador de este deporte, ha decidido que, en el interés de la seguridad, es necesario intervenir para requerir a los equipos que realicen los ajustes necesarios para reducir o eliminar este fenómeno.
Se ha emitido una Directiva Técnica para orientar a los equipos sobre las medidas que la FIA pretende tomar para abordar el problema. Estas incluyen:
1. Un examen más detallado de las tablas y patines, tanto en términos de su diseño como en el desgaste observado.
2. La definición de una métrica, basada en la aceleración vertical del coche, que dará un límite cuantitativo para un nivel aceptable de oscilaciones verticales. La FIA aún está analizando la fórmula matemática exacta para esta métrica, y los equipos de Fórmula 1 han sido invitados a contribuir a este proceso.
Además, la FIA convocará una reunión técnica con los equipos para definir medidas que reduzcan la propensión de los monoplazas a exhibir este tipo de fenómenos en el mediano plazo.
La FIA ha decidido intervenir, tras consultar con sus médicos y en interés de la seguridad de los pilotos. En un deporte en el que los pilotos conducen habitualmente a velocidades superiores a los 300 km/h, se considera que toda la concentración del piloto debe centrarse en esa tarea y que la fatiga o el dolor excesivos experimentados por el piloto podrían tener consecuencias significativas en caso de que resultar en una pérdida de concentración. Además, la FIA tiene preocupaciones en relación con el impacto físico inmediato en la salud de los pilotos, algunos de los cuales han informado de dolor de espalda tras los acontecimientos recientes".
Así pues, la FIA marcará los límites y recopilará información durante el GP de Canadá, tal y como informa Albert Fàbrega. Los equipos con más rebote y fuera del límite deberán modificar su puesta a punto, lo que tendrá consecuencias en las prestaciones del monoplaza.
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Unas prestaciones que consiguió mantener Red Bull, líder del Mundial.
El equipo de la bebida energética corrigió y redujo el problema al inicio de temporada, algo que no han conseguido tanto Ferrari, McLaren o Mercedes, la más evidente viendo a Lewis Hamilton tras la cita en Azerbaiyán.
Y es que la solución, hasta ahora, era bien conocida: levantar el coche. Una decisión por la que algunos equipos y pilotos no han querido pasar.