Las primeras quince vueltas del Gran Premio de Australia de Fórmula 1 tuvieron de todo. Vimos un par de Safety Car, varios toques en pista, grandes maniobras de los pilotos y hasta una bandera roja que puso patas arriba la carrera celebrada en el circuito de Albert Park.
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Después del caos tuvo lugar una segunda salida que nos hizo retroceder a tiempos no muy lejanos en los que se vivieron momentos de extrema tensión y puro espectáculo. Además, en dicha salida coincidieron dos viejos conocidos: Lewis Hamilton y Max Verstappen.
El piloto británico volvía a ver una carrera desde la primera plaza, mientras que el vigente campeón del Mundial aparecía como una amenaza desde la segunda posición.
El brutal adelantamiento de Verstappen a Hamilton
Getty Images
Se dice habitualmente que no es fácil adelantar en Albert Park, que incluso con DRS puede llegar a ser complicado. Sin embargo, Max Verstappen, que no entiende de normas ni teorías, decidió soltar un hachazo a Lewis Hamilton a las primeras de cambio para regalarnos uno de los adelantamientos del año.
Lo hizo por fuera, con Lewis Hamilton intentando cerrar las puertas sin saber que lo que le venía detrás era un océano. Pocos metros después, Max Verstappen ya había metido tierra de por medio y lideraba, con puño de hierro, una nueva carrera de Fórmula 1.
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¡Así fue la espectacular salida del GP de Australia!
DAZN
El GP de Australia comenzó con la emoción por todo lo alto en la carrera del domingo. Max Verstappen defendía la pole, mientras que la sorpresa de los dos Mercedes esperaban por lograr una buena posición en la salida y Fernando Alonso y Carlos Sainz, desde la cuarta y la quinta plaza, respectivamente, trataban de escalar alguna plaza.
El inicio de las hostilidades en Albert Park fue, probablemente, lo más agresivo que se ha visto en la temporada hasta el momento. George Russell se hizo pronto con la primera posición tras una salida excelente, al contrario de lo que sucedió con Max Verstappen.
A partir de la segunda curva, tanto Fernando Alonso como Lewis Hamilton quedaron emparejados y, con una maniobra a la altura de los mejores pilotos del mundo y con un riesgo indudable, el británico le metió el coche al neerlandés de Red Bull para situarse tras su compañero.
De esta forma, los dos Mercedes pasaban a liderar la carrera y Verstappen, desde la primera posición, pasaba a la tercera, viendo por el retrovisor a un magnífico Carlos Sainz que no sólo supo aguantar el tipo en la salida, sino que adelantó a Fernando Alonso.
El piloto asturiano no pudo mantener la cuarta plaza de salida y, después de la excelente maniobra de Hamilton para ponerse segundo, perdió la posición con el piloto madrileño de Ferrari, que vio cómo su compañero, Charles Leclerc, quedaba fuera en la primera curva.
El monegasco, que no está teniendo un inicio de temporada nada sencillo, tuvo un toque con Stroll después de intentar meter su Ferrari por donde no había ningún hueco. Su neumático trasero derecho tocó con el delantero izquierdo del canadiense y acabó con el abandono de Leclerc, provocando el primer coche de seguridad de la carrera.
En ese momento, tanto Ocon como Checo Pérez pasaron por boxes para cumplir con la parada obligatoria y montar, en ambos casos, neumáticos duros.