Los psicólogos están a la orden del día. En la sociedad de a pie, pero también en la Fórmula 1 y el deporte de élite, donde cada detalle cuenta a la hora de sacar el mejor rendimiento de uno mismo.
De ahí que en la escuela Red Bull hayan apostado por contratar uno, especialidado en deporte, para trabajar con un Yuki Tsunoda, cuyos enfados por radio son notorios. Un piloto, el japonés, que fue preguntado por ello en la previa del Gran Premio de Austria de F1.
"Ya he trabajado con uno", afirmó el de Alpha Tauri, aludiendo a ello como una de las razones por las que dio el salto desde las categorías inferiores al denominado 'gran circo'.
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Una figura clave para ganar en consistencia y saber manejarse en momentos de alta tensión, habituales en una carrera y de los que bien sabe el ahora líder del Campeonato del Mundo, Max Verstappen.
"No he trabajado con ninguno, pero con el paso de los años, miras atrás para ver lo que puedes hacer mejor", aseguró el neerlandés.
"No creo que ayude al equipo si llegas demasiado enfadado en un entrenamiento porque entonces todo el mundo empieza a ponerse nervioso y no creo que ayude al rendimiento", dijo. Al tiempo que fue tajante en una afirmación, sus enfados no perjudican a sus prestaciones.
"Aunque a veces me enfade por radio, no creo que influya en mi rendimiento. Es más si las cosas no funcionan como deberían, si están mal ejecutadas o si tengo un problema".
Y es que el de Red Bull lo tiene muy claro. Si alguna vez deja de preocuparse tanto por lo que sale mal, será que ya no le interesa la F1: "Si llega un día en el que no me enfade por estas cosas, será que ya no me interesa el deporte. Para mí, es también porque me importa mi resultado y mi rendimiento durante el fin de semana el motivo por el que me enfado".
"No influye en mi rendimiento durante la carrera, pero por supuesto que en la forma en la que trabajas durante el fin de semana intentas ser lo más calmado posible. Algunos son más tranquilos y otros más explosivos", zanjó.