El GP de Brasil de Fórmula 1 aún sigue coleando días después de su finalización. La victoria de Lewis Hamilton sobre Max Verstappen en la batalla que ambos mantienen por el título de campeón del mundo no ha aplacado los ánimos de Mercedes para que se llegue hasta el fondo del asunto de la polémica maniobra.
Pongámonos en contexto. El piloto de Red Bull lidera la carrera en Interlagos a falta de 23 vueltas para su conclusión. Sin embargo, el británico, con un mejor ritmo que el neerlandés, le pisaba los talones y trataba de adelantarlo lo antes posible.
Todo hacía indicar que lo adelantaría en la curva 4. El de Mercedes tenía el exterior pero había tomado la trazada buena y salía con mayor velocidad que su rival, por lo que tenía en su mano el adelantamiento.
O eso pensaba todo el mundo..., menos Verstappen. El piloto neerlandés se negó a dar su brazo a torcer y retrasó lo máximo posible la frenada, obligando a ambos monoplazas a exceder los límites de la pista. Había llevado a cabo una maniobra de dudosa legalidad, pero el Red Bull seguía primero.
La FIA, inmediatamente, notificó que había anotado el suceso. Sin embargo, poco después comunicó que no hacía falta investigación, por lo que la acción del líder del Mundial quedaba sin castigo. Hamilton, tras lo ocurrido con Max Verstappen, logró adelantarlo, esta vez sí, en la pista, y acabó ganando la carrera.
Pero en Mercedes no están satisfechos con la resolución de dirección de carrera. Y mucho menos tras las palabras de Michael Masi en las que aseguraba que no tuvieron las imágenes 'on board' y que podrían haber sido determinantes.
Por ello, el equipo de Lewis Hamilton ha solicitado, de manera formal, una revisión de la maniobra de Max Verstappen buscando una sanción para el neerlandés que pueda restar la mayor cantidad de puntos posible.
Una guerra sin cuartel entre las dos escuderías más potentes del campeonato y que ha vivido un nuevo capítulo con dos de los pilotos de mayor talento de toda la parrilla de la Fórmula 1.