Pierre Gasly siempre recordará Spa 2019 como el fin de semana más difícil y trágico de su vida. El piloto francés, que aquella misma temporada había dado el gran salto a Red Bull convirtiéndose en compañero de Max Verstappen, vio cómo su sueño se truncó de forma fulminante e inesperada solo doce carreras después de su debut con la escudería austriaca.
A Gasly le tocó acudir al Gran Premio de Bélgica justo después de que se hiciera público que sería relevado inmediatamente de su asiento, regresando a Toro Rosso (filial de Red Bull y el equipo en el que se había formado en Fórmula 1, actualmente denominado Alpha Tauri), siendo sustituido por el piloto anglo-tailandés Alexander Albon, que hacía exactamente el trayecto inverso.
Aquello resultó un auténtico shock para el joven, que por aquel entonces solo contaba con 23 años. No dejaba de resultar paradójico cómo en cuestión de solo unos meses aquello por lo que había estado luchando durante toda su vida se le había escapado de las manos: una presión que no le permitió cosechar los resultados esperados, la alargada sombra de Max Verstappen y las constantes comparaciones a nivel interno y externo provocaron que la confianza de Christian Horner desapareciera de forma brusca y, para muchos, incluso cruel.
Gasly se encontraba en estado de shock, completamente destrozado. Él ni siquiera se esperaba la drástica decisión de Red Bull, que le pilló por sorpresa. En el equipo le habían dicho que no había posibilidad de un cambio de piloto hasta final de temporada, pero solo unos días después Helmut Marko le comunicó a través de una llamada telefónica cuando él estaba de vacaciones en España que se había tomado la decisión de relevarle.
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El mensaje de un amigo en el momento más duro
Curiosamente, justo en aquel instante en el que su mundo parecía haberse convertido en un túnel sin salida en el que la oscuridad se hacía más densa a cada paso, llegó al móvil de Pierre un mensaje de su íntimo amigo Anthoine Hubert.
Para Gasly, Hubert era casi un hermano, una de esas personas que la vida te pone en el camino y que te acompaña para siempre. Los dos tenían en común la pasión por ser pilotos, y ese hecho había construido un vínculo forjado a fuego entre ellos. A lo largo de varios años compartieron madrugones, habitaciones, comidas, cenas, horas incontables de entrenamiento y momentos para confesarse sus fortalezas y también sus inseguridades.
Quizá por eso, Hubert tenía muy claro lo que debía escribir a su amigo en un momento tan duro...
“Demuéstrales que están equivocados. Sé fuerte, hermano. Vas a enseñarles que te mereces un puesto en el equipo top y a demostrarles que están equivocados”.
Aquel mensaje fue un punto de inflexión para Gasly. Su amigo, ése que sabía perfectamente lo que estaba sintiendo en su fuero más interno en ese preciso instante, le estaba dando la clave para seguir adelante. Para salir del túnel. Para romper con la espiral de negatividad y autocompasión. Le tocaba centrarse y recomponerse, como cuando tienes un toque en la pista pero puedes seguir compitiendo en la carrera por mucho que te hayas quedado en la zona de atrás. Era el momento de demostrar todo lo que tenía dentro y empezar la remontada...
La muerte de Hubert
Nadie sabía el trágico destino que aguardaba a Anthoine Hubert en Bélgica solo unos días después de aquel mensaje. Con la ilusión de alcanzar la F1 y tras haberse proclamado campeón de la GP3, el piloto de 22 años afrontaba su temporada de ‘rookie’ en la Fórmula 2 de la mano del equipo BWT Arden.
Sin embargo, justo a la salida de la mítica curva de Eau Rouge, y después de que Giuliano Alesi perdiera el control de su monoplaza, Hubert intentó evitar impactar con su compatriota, pero se tocó con Ralph Boschung al desplazarse a la derecha en la escapatoria y acabó impactando contra las protecciones.
Trágicamente, y con el coche de Hubert virtualmente parado sobre la pista, el ecuatoriano Juan Manuel Correa no pudo hacer nada para evitar un fortísimo accidente a 218 km/h.
Pese a la rápida intervención de las asistencias médicas, Hubert no pudo soportar el impacto lateral (con una fuerza de 80G) y falleció dos horas después. Correa, por su parte, llegó en estado crítico al hospital y sufrió un largo calvario de operaciones, aunque finalmente no solo logró sobrevivir, sino que incluso volvió a competir en F3 después de un largo proceso de recuperación.
Al día siguiente, todo el paddock de Fórmula 1 rindió un sentido homenaje a la memoria de Hubert, con miembros de su familia presentes. Gasly, muy afectado por la pérdida de su íntimo amigo, supo que a partir de ese momento todas las carreras serían un tributo para él...
Lo sería esa primera con Toro Rosso en su nueva etapa con la escudería basada en Faenza, por supuesto, pero también lo sería el primer podio de su vida deportiva, que llegaría unos meses más tarde esa misma temporada en Brasil.
El homenaje de Gasly cada vez que acude a Spa
Al año siguiente del trágico accidente, Pierre Gasly regresó a Spa, ya como piloto de Alpha Tauri. Lo primero que hizo nada más volver a pisar al emblemático trazado belga, y algo que repite con el paso de los años, fue depositar un ramo de flores y rezar en aquel lugar en el que había perdido a su amigo.
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Precisamente allí, en un sitio tan icónico que es un santuario para todos los aficionados del motor. En ese momento de recogimiento, Pierre no pudo aguantar las lágrimas.
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Va por ti
Quizá ese momento de conexión con su amigo en Spa pudo tener algo que ver con lo que estaba a punto de acontecer inmediatamente después. El día más importante de su carrera deportiva. El día en el que su sueño de niño, ese que compartía con Hubert y que les había desvelado en infinidad de noches, iba a hacerse realidad: ganar una carrera de Fórmula 1.
En Monza, contra todo pronóstico y en una carrera de película, Gasly logró hacerse con la victoria en el templo de velocidad por excelencia, superando a Hamilton tras una sanción y aguantando un memorable pulso con Carlos Sainz en el que ambos pilotos se dejaron el alma.
De esta forma, Gasly lograba una machada legendaria dando la primera victoria de su historia a Alpha Tauri y emulando el inolvidable triunfo de Vettel en este mismo escenario en 2008 de la mano de Toro Rosso.
Pero aquella gesta era mucho más que subirse por primera vez al primer escalón del podio, mucho más que conseguir el resultado que llevaba persiguiendo durante toda su vida y reivindicarse con aquellos que no confiaron durante su etapa en Red Bull... Era, esencialmente, el homenaje definitivo a su amigo, Anthoine Hubert, el que en el momento más duro y complicado de su vida le había escrito un mensaje que decía...
“Demuéstrales que están equivocados. Sé fuerte, hermano. Vas a enseñarles que te mereces un puesto en el equipo top y a demostrarles que están equivocados”.
Esas palabras y su recuerdo permanecerán siempre con Pierre.