Cada vez falta menos para el regreso de la emoción de la Fórmula 1 a DAZN y todos los equipos y pilotos ya están en marcha para brindar un campeonato que, a buen seguro, promete volver a ser tremendamente interesante tras el final histórico que regaló en la pasada edición.
Max Verstappen y Lewis Hamilton se jugaron el título de campeón del mundo a una vuelta en la última prueba del calendario. Salió vencedor el neerlandés que, con su Red Bull, acabó adelantando al siete veces campeón y se hizo con su primer campeonato mundial.
Para repetir éxito, sin embargo, tendrá que jugar sus cartas con absoluta maestría. 2022 es un año de muchos cambios en la Fórmula 1 y tanto el propio piloto como el equipo deberán acertar casi desde el inicio para situarse en una posición que permita volver a estar en la quiniela para proclamarse campeón por segundo año consecutivo.
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Precisamente esto es lo que desea la Fórmula 1: finales emocionantes y carreras reñidas. Por eso se empezó a trabajar hace ya cinco años, en 2017, en el Mundial de 2022. Según los ingenieros de Fórmula 1, "el cambio clave necesario para garantizar carreras más reñidas era poner el énfasis aerodinámico en el 'efecto suelo' para crear carga aerodinámica".
Cabe recordar que el 'efecto suelo' comenzó a adquirir una especial importancia en la Fórmula 1 a finales de la década de 1970, con monoplazas diseñados en forma de alas de avión invertidas, creando así enormes cantidades de carga aerodinámica a medida que eran empujados hacia la pista.
Sin embargo, este tipo de monoplazas fueron prohibidos a finales de 1982 y, a pesar de que en 2022 no habrá un regreso como tal a la aerodinámica de los coches de Fórmula 1 de 1970 (no hay faldones laterales, por ejemplo), sí contarán con túneles debajo del vehículo de forma completa, en lugar del suelo escalonado que se usa actualmente, permitiendo a los equipos generar grandes cantidades de carga aerodinámica a través del 'efecto suelo'.
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La razón del cambio, según han esgrimido desde la Fórmula 1, es la "calidad benigna" de la carga aerodinámica generada en el 'efecto suelo'. Los bargeboards, unas placas curvadas y verticales que tienen un beneficio aerodinámico y que se sitúan en la parte lateral del coche, entre los neumáticos y los pontones, están diseñados para enviar vórtices (flujos de aire en una trayectoria cerrada) y aumentar la carga aerodinámica.
Pero cuando esos vórtices dejan de funcionar debido, por ejemplo, a la influencia de seguir de cerca a otro monoplaza, la caída de rendimiento es enorme.
Esto no sucederá en 2022. La carga aerodinámica debajo del coche se conserva mejor dentro de los túneles, sin la dependencia de conjuntos de geometrías sensibles a la estela y generadoras de vórtices. Habrá, por tanto, un mejor seguimiento de monoplazas, lo cual se traducirá, a priori, en carreras más emocionantes.