El Inter de Milan se llevó la Supercoppa de Italia con todo el sufrimiento del mundo tras batir a la Juventus remontando el gol inicial de Weston McKennie a los 25 minutos de partido. Y lo hizo con sufrimiento porque el gol de la victoria neroazzurra llegó, por mediación de Alexis Sánchez , en el último instante de la segunda parte de la prórroga.
La Vecchia Signora encaraba el encuentro por el título ostentando el papel de tapado ante un Inter que, campeón del Scudetto y líder actual de la Serie A, era el claro favorito para proclamarse supercampeón italiano y hacerse con su tercer entorchado.
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De hecho, Lautaro Martínez dispuso de dos claras ocasiones para, antes de que se cumplieran los primeros 10 minutos de juego en el Giuseppe Meazza, poner a los de Simone Inzaghi por delante en el marcador. Sin embargo, nada de eso ocurrió y la balanza se fue equilibrando.
El partido se fue igualando de tal manera que la Juventus comenzó a hacerse con la posición del balón y a asomarse por la meta defendida por Handanovic. Fruto de esos acercamientos, un centro de Álvaro Morata desde la banda izquierda fue rematado, completamente solo, por McKennie en el interior del área para hacer el primer gol del partido.
El Inter no se vino abajo y, 10 minutos después, un infantil error de Mattia De Sciglio en el interior del área sirvió para provocar un penalti favorable a los locales después de que el lateral italiano derribara a Edin Dzeko en el interior del área cuando el ariete bosnio se dirigía a la línea de fondo. Lautaro, esta vez sí, logró batir a Perin para restablecer el empate en el marcador.
Ambos equipos dejarían toda la emoción para la segunda parte, pero las ocasiones brillarían por su ausencia y ni Inter ni Juventus estuvieron acertados sobre la portería rival, a la que apenas se acercaron, y el encuentro se encaminó hacia un tiempo extra que debía decidir todo si no querían llegar a la tanda de penaltis.
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No obstante, el guion en la prórroga no cambió y el empate se mantenía en el marcador a pesar del transcurso de los minutos. Inzaghi movió el banquillo y Alexis Sánchez, Joaquín Correa, Arturo Vidal y Matteo Darmian entraron para disputar los últimos minutos de encuentro y el tiempo extra. Allegri hizo lo propio: Paulo Dybala, Arthur, Moise Kean y Rodrigo Bentancur ganaron protagonismo para intentar hacerse con la Supercoppa.
Ninguno de ellos estuvo especialmente acertado y, cuando todo parecía encaminado hacia los penaltis, llegó la hazaña chilena. En el minuto 120, en la última jugada del partido, un centro de Federico Dimarco desde la banda izquierda lo controlaba en el interior del área Alex Sandro.
El lateral de la Juventus no vio la incorporación de Darmian desde atrás. El jugador interista metió la bota para la llegada de Alexis Sánchez y el delantero chileno, previo control con el pecho, empujó el balón a la red tras engañar a Perin y desatar la locura tanto en el terreno de juego como en las gradas del Giuseppe Meazza: el Inter era supercampeón de Italia.
Giorgio Chiellini, capitán de la Vecchia Signora, acudió de inmediato a consolar a su compañero tras el error en la última jugada del partido, demostrando los galones que posee en el vestuario y el carácter del defensor italiano, pero ya no había nada posible que hacer y los de Inzaghi se hicieron con el título italiano.