La vuelta de las semifinales de la Copa del Rey dejaron dos golazos extraordinarios en Mestalla , el miércoles, y en el Benito Villamarín , el jueves. En el caso del sucedido en el feudo sevillano fue Bebé , para el Rayo Vallecano , el que anotó un formidable gol de falta directa para adelantar a los de Andoni Iraola y forzar la prórroga en un encuentro que ya vivía sus últimos minutos de tiempo reglamentario.
Y es que Tiago Manuel Dias Correia, conocido futbolísticamente como Bebé, tiene entre sus grandes virtudes el golpeo a balón parado. Sin embargo, el atacante rayista no había logrado marcar en ningún partido de la presente temporada. Tuvo que ser en un partido histórico para el equipo vallecano cuando apareciera, por primera vez, una autoría suya en un gol del cuadro madrileño.
Faltaban poco más de diez minutos cuando una acción a balón parado, situada a más de 30 metros de la portería verdiblanca, otorgaba la que era la segunda oportunidad casi seguida para que Bebé ensayara su golpeo de falta directa.
En el caso de la anterior, el '10' rayista, que apenas sumaba unos segundos en el terreno de juego, en el que entró sustiyendo a Mario Suárez, su potente disparo se estrelló en la barrera y forzó un saque de esquina.
Dos minutos después, cuando Bebé llevaba tres minutos disputando el crucial partido para ambos equipos, el futbolista luso apuntó mejor. Con su pierna derecha volvió a sacar un formidable derechazo que superó la barrera y acabó alojándose en la escuadra izquierda de la portería defendida por Claudio Bravo, que se estiró, inútilmente, para tratar de evitar un fantástico gol.
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Era la consecución perfecta tras varios intentos rayistas, todos sin éxito, para intentar marcar un gol que llevara el partido a la prórroga, algo que podría provocar nervios tanto en los jugadores como en la hinchada verdiblanca que abarrotaba el Benito Villamarín.
El Real Betis, en cualquier caso, no se vino abajo y, en el tiempo de descuento y con Joaquín y Borja Iglesias en el terreno de juego, logró empatar el partido y volver a adelantarse en la eliminatoria después de que el ariete gallego aprovechara un envío de Canales, certificando la clasificación verdiblanca para la final de la Copa del Rey ante el Valencia.