El Tottenham protagonizó una de las remontadas más difíciles de acometer en lo que llevamos de la presente edición de la Premier League. El conjunto de Antonio Conte perdía el enfrentamiento ante el Leicester 2-1 en el minuto 94 de partido. El árbitro había dado cinco minutos de tiempo de descuento, y los spurs comenzaban a bajar los brazos.
Sin embargo, el conjunto visitante no se rindió, y continuó buscando la portería de Kasper Schmeichel con el convencimiento de, al menos, rescatar un punto en su visita al King Power Stadium. Daka había adelantado a los foxes en la primera parte, pero Harry Kane aprovechó, también en el primer acto, un error de la zaga local para restablecer la igualada.
A falta de 15 minutos para el final del partido, James Maddison culminó con acierto una fantástica jugada de los de Brendan Rodgers. Aún faltaba mucha tela por cortar, pero los aficionados del Leicester ya comenzaban a vislumbrar la victoria en el importante partido aplazado de la Premier League.
Los de Antonio Conte se volcaron en el ataque buscando, a la desesperada, un gol cuanto antes que les hiciera sumar algún punto. Steven Bergwijn entró a falta de 10 minutos para la conclusión del choque y sería, sin él saberlo, el gran protagonista de la noche en Leicester.
Cuando llevaba 14 minutos sobre el terreno de juego, el atacante neerlandés vio la cartulina amarilla por una agresión a Söyüncü. El jugador del Tottenham cayó en el interior del área y reclamó penalti. El defensor turco le recriminó su actitud y el '23' de los spurs se revolvió, empujando al futbolista del Leicester.
En el minuto 95, sobre la bocina, un envío en largo de Hojbjerg buscaba a Matt Doherty en el interior del área conseguía repelerlo la defensa local. No así el rechace, que lo cazaba el recién ingresado Bergwijn para, con la pierna derecha, fusilar a Schmeichel y poner la igualada en el marcador. Todo el Tottenham entraba entonces en trance porque, o al menos eso parecía, habían conseguido rescatar un punto en el descuento.
Leer más | Kieran Trippier: "El Newcastle es un club gigantesco con un proyecto muy emocionante"
Debido a la cantidad de tiempo perdida durante el añadido, el árbitro decidió permitir el juego durante un minuto más. Y entonces, sucedió. El Leicester sacó de centro y, con los foxes subiendo al ataque intentando volverse de nuevo por delante, una pérdida en el centro del campo motivó un contragolpe letal.
Kane filtró el pase para el desmarque de Bergwijn, éste regateó al portero en la salida y, con un disparo raso y cruzado, confirmó la remontada exprés en el King Power Stadium, que se quedó completamente mudo ante la locura generalizada en el rincón de aficionados visitantes, hacia donde se dirigió el futbolista neerlandés para celebrar el gol, la victoria y su doblete.
Una locura de partido que acabó llevándose el Tottenham de Antonio Conte en un contexto tremendamente difícil y remontando un resultado adverso en el tiempo de descuento. Toda una hazaña spur que debe servir de espaldarazo para el proyecto del técnico italiano.