El Manchester United cayó derrotado en su duelo ante el Aston Villa en la sexta jornada de la Premier League gracias a un certero cabezazo de Kortney Hause en los últimos minutos del partido que sirvió para que los villanos sumaran su segunda victoria consecutiva.
Además, en el tiempo de descuento, el equipo de Ole Gunnar Solskjaer dispuso de un penalti para volver a restablecer el empate en el marcador. Un centro desde la banda derecha lo despejaba el propio Hause con la mano en el interior del área, decretando el árbitro del partido la pena máxima.
Cristiano Ronaldo estaba sobre el terreno de juego. Sin embargo, fue Bruno Fernandes quien se hizo con el balón para lanzar el penalti. Fue entonces cuando comenzó el show de Emiliano Martínez, portero argentino del Aston Villa, conocido por sus peculiares reacciones en el terreno de juego.
Cuando el meta visitante vio que fue Bruno y no Cristiano Ronaldo quien se hizo con la pelota, se apresuró a acercarse al punto de penalti para dirigirse al ex de la Juventus. Señalándolo en repetidas ocasiones, 'Dibu' Martínez le retaba diciéndole "tíralo tú".
CR7 observaba impasible las peticiones del portero rival. Fred y Dalot, jugadores del Manchester United, se acercaron a Emiliano Martínez y comenzaron a apartarlo para que dejara en paz al 7 del Manchester United, que no reaccionó en ningún momento.
Los gestos del portero del Aston Villa no dejaban lugar a dudas: señalaba a Cristiano y al punto de penalti en una especie de reto ante un futbolista que dispone de una elevada efectividad en los lanzamientos desde los 11 metros.
Tanto Cristiano como el propio Bruno Fernandes hicieron caso omiso, obviamente, a las peticiones del rival. Aunque quizás sí que tuvieron efecto, puesto que el capitán de los red devils lanzó un penalti horrible y envió el balón por encima del larguero.
Con el penalti fallado en el descuento y la victoria momentánea en Old Trafford, Emiliano Martínez se giró hacia la grada antes de recoger el balón para sacar de puerta y comenzó a bailar de una forma provocativa ante la hinchada local.
Sin lugar a dudas, todo un show protagonizado por el portero argentino con el objetivo de poner nervioso al lanzador del penalti e impedir, por cualquier medio posible, que al Aston Villa se le escaparan los puntos en un partido en el que tuvo que sufrir para sumar su segundo triunfo consecutivo.