El Leicester City cambió la historia. Los ‘foxes’ dirigidos por Claudio Ranieri fueron campeones en 2016 gracias a una temporada de ensueño. Era tal la locura que provocó aquel equipo entre su afición, que en la jornada 27 un gol de Leonardo Ulloa provocó un seísmo que movió todo el King Power Stadium.
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Un gol que cambió la historia
Para entender el fútbol hay que vivirlo y si no que se lo digan a uno de los jugadores clave de aquel Leicester campeón.
Jornada 27. El equipo dirigido por Claudio Ranieri recibía a un Norwich que necesitaba una victoria para alejarse del infierno del descenso. Por su parte, los ‘foxes’ necesitaban ganar y mantener la distancia de dos puntos con el Tottenham, su más cercano perseguidor en la lucha por el título.
Fue un partido duro en una fría noche de febrero. Los locales lo intentaban, pero el gol no llegaba. En el minuto 89, cuando todo parecía abocado al empate, Marc Albrighton centró desde la derecha un balón al que no llegó Jamie Vardy… Pero cuando parecía que esa ocasión iba a ser la última, llegó Leonardo Ulloa para marcar un gol que alivió a toda la ciudad de Leicester.
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Y con el gol… llegó el seísmo
Aquel gol de Ulloa no fue un gol cualquiera, sino que fue el de la recompensa a la insistencia, pero sobretodo el gol que certificaba el liderato del equipo dirigido por Claudio Ranieri.
El Leicester ganó gracias al tanto más celebrado por su afición. Ese festejo de los aficionados ‘foxes’ provocó un temblor real en el estadio, un estadio que puede decir que recibió un terremoto provocado por las mismas gargantas que llevaron a su equipo a lo imposible: ser campeón de la Premier League .