Ronaldo Nazario ya era uno de los mejores jugadores del planeta cuando vestía la elástica del Inter de Milán. Su año en el Barcelona lo catapultó y ya en Italia confirmó las sensaciones y lecturas que hablaban de un futbolista diferente, único.
Javier Zanetti compartió vestuario con 'O Fenómeno' y narra, en el cuarto capítulo de 'Ronaldo: El Presidente', el enorme impacto que tuvo Ronaldo Nazario en el Inter de Milán, no sólo dentro del terreno de juego, también fuera.
Lee más | Pep Guardiola sobre Ronaldo Nazario: "Podía haber marcado una época en el Barcelona"
El exftubolista argentino recuerda una anécdota que tuvo lugar al filo de la Navidad, con los jugadores pensando en las vacaciones y el tiempo apretando por culpa de un partido que se disputó un 23 de diciembre.
"Vivimos una anécdota muy divertida. Jugábamos un partido contra la Roma un 23 de diciembre a las 20:45. Después del partido, cada uno se iba a su país para festejar la Navidad con su familia. ¿Qué pasaba? Que el partido terminaba muy tarde, no teníamos vuelo y nos tocaba esperar al día siguiente para tomar un vuelo y llegar en Nochebuena casi para brindar con nuestra familia".
Algunos jugadores llegarían incluso tarde al citado brindis, ya que varios de ellos tenían que hacer miles de kilómetros y no había vuelos a primera hora de ese 24 de diciembre. Por suerte para ellos, apareció la figura de Ronaldo Nazario, que movió hilos para facilitar las vacaciones de sus compañeros.
"Hablando en el vestuario llegó Ronaldo y dijo que estuviéramos tranquilos, que había un vuelo que salía a las 22:00. Le respondimos que el partido acabaría a las 22:30, por lo que no nos iba a dar tiempo".
Lee más | Florentino Pérez a Ronaldo Nazario: "Es más duro ser presidente que jugador"
Ronaldo no pareció inmutarse por aquella respuesta. El plan era claro y pretendía llevarlo a cabo. "Lo único que les pido es que, en cuanto termine el partido, rápido a vestuarios, ducha y al aeropuerto", dijo el brasileño a sus compañeros.
Zanetti recuerda la imagen que encontraron nada más llegar al avión. El argentino, que cuenta la anécdota con media sonrisa dibujada en su rostro, pide disculpas por las molestias ocasionadas en aquella inolvidable noche.
"Llegamos casi a las doce de la noche al avión. Yo veía a la gente en el avión enfadada, sentada en el avión. Llegamos tapados para pasar desapercibidos porque habían retrasado aquel vuelo para que Ronaldo pudiera llegar. Ese era el poder que tenía Ronaldo en ese momento. Pido perdón a la gente que estaba en ese vuelo".
Javier Zanetti: "Nunca vi un estadio en silencio como después de la lesión de Ronaldo"
Era abril del año 2000. Ronaldo Nazario regresaba a los terrenos de juego tras seis meses en el dique seco. El Inter de Milán perdía 2-1 en la gran final de la Coppa de Italia. El brasileño contaba con media hora para ayudar a su equipo a darle la vuelta al marcador. Sin embargo, la desgracia volvió a cebarse con él.Cinco minutos después de saltar al césped, Ronaldo Nazario decidió emprender una carrera en solitario. Balón cosido al pie, zancada poderosa y el área rival cada vez más cerca. La zaga de la Lazio reculaba y el estadio rugía. Fue entonces cuando la rodilla dijo basta y el brasileño cayó al suelo con evidentes signos de dolor.
Todavía hoy resuenan los gritos de Ronaldo Nazario, el llanto desconsolado de un futbolista que vio una vez más su carrera en el alambre por culpa de una grave lesión.
Lee más | Guía TV y programación de DAZN en España
Javier Zanetti, en su intervención en el cuarto capítulo de la serie 'Ronaldo: El Presidente', recuerda aquella noche y destaca el abrumador silencio que invadió el Estadio Olímpico de Roma tras la lesión de su compañero. "Yo estaba en ese partido. Estaba justo detrás de él cuando sucedió la lesión. Nunca vi un estadio en silencio como después de la jugada de la lesión".
"Ya nadie pensaba en el partido. Era una final de Coppa Italia, pero pasaba a segundo plano. Una tristeza que me tocó vivir como pocas".
Pese a los problemas físicos que tuvo y el calvario que le tocó vivir, Ronaldo Nazario se ganó el corazón de los interistas. Para Javier Zanetti, "en el Inter no hubo ninguno como él. Fue el mejor".