Karim Benzema hizo historia y se convirtió en el sexto francés que levanta el Balón de Oro, un galardón que levantó por primera vez en su carrera y que sirvió para consagrar una temporada para el recuerdo que se saldó, entre otras cosas, con la consecución del título de LaLiga Santander y de la Champions League.
El delantero galo acudió a la cita convencido de que era el gran favorito para hacerse con el prestigioso trofeo, otorgado por la revista France Football y que supone la mayor distinción individual del mundo del fútbol. Sin lugar a dudas, todos los ojos estaban sobre él.
Finalmente, se cumplió con los pronósticos y el delantero merengue se posicionó como el mejor futbolista del mundo. Su familia, sus padres, su hijo y sus amigos arropaban al veterano ariete francés, cuyo rostro de felicidad en el escenario era máximo.
Karim Benzema y un discurso para el recuerdo
DAZN
Durante su discurso, Karim Benzema no paró de agradecer a todos aquellos que, a lo largo de su carrera futbolística, han tenido impacto de una u otra forma. Además, se mostró inmensamente orgulloso de haber podido alcanzar un sueño de su infancia.
"Tener esto delante de mí es un orgullo. Vuelvo a pensar en cuando era pequeño, todo el trabajo, cuando nunca me he rendido... Es el sueño de todo niño, he crecido con esto en la cabeza. He tenido dos modelos en la vida: uno es Zidane, el otro es Ronaldo".
"Es mucho trabajo, es no rendirse nunca, es entrenarse todos los días y guardar siempre ese sueño en la cabeza, porque hay momentos en los que ha sido muy difícil para mí. Ahora lo tengo delante de mí, pero he tenido momentos difíciles en mi vida".
"Siempre me dijo mi entrenador de no perder esa alegría en el campo, que algún día tendría esta recompensa. Mis padres están aquí, ha habido esos períodos en los que ha sido muy difícil para toda mi familia, y esto me refuerza mentalmente. Hoy están aquí, la primera vez para mí".
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"Estoy contento y satisfecho de mi trabajo. Voy a seguir así. Quiero dar las gracias a todos mis compañeros del Real Madrid y de la selección francesa, gracias a mi entrenador, a mi gran presidente, que es para mí como alguien de mi familia que me ha dado la oportunidad de firmar por el Real Madrid. Él viajó hasta mi casa y siempre ha sido muy sincero conmigo, por eso hoy tiene todo mi respeto. Es algo individual, pero también lo es colectivo, es el Balón de Oro del pueblo".
"Hubo un periodo en que no estaba en la selección, pero seguí trabajando con ese sueño en la cabeza: jugar al fútbol lo mejor posible e intentar conseguir este trofeo. Estoy orgulloso de mi trayectoria. Es la primera vez que consigo este trofeo. Estoy muy feliz y voy a seguir trabajando, por supuesto".
"Esto es en lo que piensan todos los niños pequeños para llegar a la élite. No soy un jugador que sólo piensa en marcar goles. Lo sé hacer, pero prefiero divertirme en el campo y ayudar a mis compañeros. He crecido con ese fútbol cuando era pequeño en mi barrio, no te comías la cabeza, jugábamos todos en el mismo equipo... Es otro sueño que se cumple".
"Para mí no hay edad. Cada vez es más frecuente ver jugadores que después de 30 años suben su nivel. Es todo determinación, trabajo y tener ganas, porque me entreno mucho más que los demás. Es algo que me ha permitido, después de los 30 años, no rendirme nunca y siempre intentarlo un poco más. Tenerlo siempre en la cabeza es lo que me motivaba. Es cuestión de placer en el terreno de juego".
"Estoy muy feliz de que Ronaldo esté aquí porque él sabe que es mi ídolo. Para mí no hay otro delantero como él. Lo que hizo en el campo es imposible de hacer otra vez porque es historia. Es el único delantero que, por ejemplo, si está en mi equipo, me siento en el banquillo sin decir nada, porque está a un nivel que es imposible de llegar. Es el fenómeno de todos los delanteros".