La trayectoria de Pep Guardiola como jugador, primero, y como entrenador de fútbol, posteriormente, es intachable. Valorado como una de las grandes figuras del deporte en los últimos años, el técnico catalán busca en el Manchester City conquistar su primera Champions League con un equipo diferente al FC Barcelona.
En la Premier League, mientras tanto, se bate el cobre con el Liverpool de Jürgen Klopp. Los reds ha conseguido reengancharse al campeonato doméstico y tanto los de Anfield como los citizens deben dar el máximo para situarse en la cima de una competición que no regala nada a nadie.
La competitividad en la Premier es de sobra conocida. Por ello atesora más mérito los guarismos que tanto los de Guardiola como los pupilos del entrenador germano logran temporada tras temporada, en un campeonato donde la exigencia es inasumible para muchos otros equipos.
En una de las comparecencias de prensa, Pep Guardiola repasó brevemente su trayectoria desde que se hizo cargo de los banquillos y restó importancia a su figura, tan alavada por muchas de las voces más autorizadas del mundo del fútbol. Sin embargo, sí halagó su calidad a la hora de dirigir a los equipos que ha defendido.
"Yo no inventé el fútbol, lo que hacemos ya lo hacían los prehistóricos. Yo nunca he hecho un gol ni he parado un penalti. Ojalá fuera tan importante. Pero soy un entrenador muy bueno. Lo que hicimos en el Barça, Bayern... Lo hacía Cruyff y Rexach en el Barça".
En este sentido, el entrenador de Santpedor insistió para traer a colación el ámbito resultadista que deben afrontar todos los técnicos en el fútbol, algo que se acrecienta cuanto mayor es el nivel al que se compite.
"Yo no he inventado nada, soy un visionario cuando gano y cuando pierdo se dice '¡Qué se cree ese tío!'. Tengo unas ideas por mis jugadores, pero ojalá pudiera dar un pase como daba hace mil años, el juego pertenece a los jugadores. Aquí estamos para echar una mano".
Por último, y al contrario de lo que se pudiera llegar a pensar, Guardiola defendió las pérdidas de tiempo cuando se busca mantener un resultado positivo en un determinado momento, algo que hizo cuando venció en Old Trafford al Manchester United.
"Mi equipo ganó en Old Trafford por 1-0 y Bernardo Silva estuvo cinco minutos en el córner: eso no es feo. Es defender la posición. Estoy aquí para hablar de lo que intentamos hacer, nunca juzgo al rival. Lo que hacen ellos, lo tenemos que hacer nosotros para ganar".