Brentford y Wolves se medían en la 23ª jornada de la Premier League en el Brentford Community Stadium , que vivió una interrumpida primera mitad entre dos equipos que están cuajando un excelente papel en la presente edición de la élite británica.
Y es que, si bien a los 20 minutos de partido el juego estuvo varios minutos detenidos por un fortísimo choque entre Mathias Jensen y Rico Henry, jugadores del Brentford, cuando trataban de cortar un envío en largo de Jose Sa desde la portería visitante, lo más extraño llegaría poco antes del tiempo de descanso.
Se superaba la media hora de partido en Brentford cuando los jugadores advertían un dron sobre el terreno de juego. Debía sacar el Wolves de banda muy cerca de su propia portería cuando los jugadores visitantes comenzaron a dialogar con el árbitro del partido, Peter Bankes.
El trencilla, viendo que se trataba de un objeto no autorizado por la seguridad local, acabó decretando el camino al túnel de vestuarios, suspendiendo el encuentro mientras el dron continuara sobrevolando el terreno de juego, debido a la peligrosidad que podría llegar a conllevar para la integridad de los jugadores.
Tras más de 15 minutos con el juego detenido, los jugadores en los vestuarios y los aficionados preguntándose cuál sería el futuro del partido, los jugadores locales acabaron saltando al terreno de juego para continuar disputando un partido en el que sucedió de todo durante los primeros 45 minutos.
Se trata, sin ningún tipo de duda, de uno de los acontecimientos más extraños jamás acaecido en un encuentro de la Premier League, que no pudo controlar la entrada de un dron en el terreno de juego de la máxima élite del balompié británica.
El colegiado, para acabar la primera mitad, señaló un tiempo añadido de 19 minutos. El encuentro se reanudó en el minuto 50, cuando realmente se había suspendido en el 32. Un tiempo extra pocas veces visto en el fútbol. El encuentro en Brentford se convirtió en un hito histórico para la Premier.
Tras jugar 19 minutos de tiempo de descuento, el árbitro pitó el final de la primera mitad casi en el minuto 72 de partido. Un primer acto totalmente insólito en el fútbol europeo motivado por la suspensión tras la aparición de un dron sobre el Brentford Community Stadium.