Los Kansas City Chiefs lograron un impresionante 15-2 en la temporada regular de 2024, el mejor registro de la NFL, y lo hicieron sin apenas forzar la máquina.
Cuentan con el quarterback más exitoso del momento, una ofensiva que fue afinándose a medida que avanzaba la temporada y, en Travis Kelce, un tight end legendario que siempre brilla en los playoffs. Con todo esto, parece casi inevitable que los Chiefs persigan con éxito un histórico “three-peat”, ganando tres Super Bowls consecutivas.
Sin embargo, tienen un gran problema: su línea ofensiva.
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El gran problema de los Kansas City Chiefs ante BuffaloBills que podría dejarlos fuera de su tercera Super Bowl consecutiva
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La posición de left tackle en el Arrowhead Stadium esta temporada ha sido todo un carrusel. El novato Kingsley Suamataia, seleccionado en segunda ronda del draft, tuvo la oportunidad de hacerse con el puesto, pero el joven de 22 años no logró adaptarse. Fue sustituido en la alineación durante el partido de la Semana 2 contra los Cincinnati Bengals y no ha vuelto a ser titular desde entonces.
Wanya Morris, elegido en tercera ronda el año anterior, también tuvo su oportunidad, pero tampoco rindió mejor. Fue apartado de la titularidad en diciembre.
El hecho de que DJ Humphries, que venía de una rotura de ligamento cruzado anterior con los Arizona Cardinals la temporada pasada, fuera fichado, muestra la desesperación de los Chiefs por solucionar el problema de cómo proteger a Patrick Mahome. Finalmente, el entrenador Andy Reid terminó la temporada con Joe Thuney, normalmente su guardia izquierda titular, desplazándose para jugar de tackle.
Y la situación en el lado derecho tampoco ha sido mucho mejor. Juwan Taylor puede estar algo más sólido en la protección de pase, pero el jugador de 27 años, ex de los Jacksonville Jaguars, se ha convertido en una auténtica máquina de faltas. Taylor ha sido responsable de más penalizaciones (31) que cualquier otro jugador de la NFL desde el inicio de la temporada 2023.
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Mahomes fue sackeado 36 veces en 2024, más que en cualquier otra temporada de su carrera. Enfrentó presión en el 23,3% de sus intentos de pase, la tasa más alta desde su primer año como titular. Además, recibió 70 golpes, un récord personal y la cifra más alta entre todos los quarterbacks de la NFL esta temporada. Su tiempo promedio en el bolsillo de solo 2,3 segundos también es el más bajo de su carrera.
No es casualidad, entonces, que el quarterback estrella terminara la temporada regular con la menor cantidad de pases de touchdown de su carrera como titular (26) y el segundo peor rating de pasador (93,5).
La constante presión que ha sufrido Mahomes ha dejado a los Chiefs más dependientes del juego rápido que en cualquier otro momento de la era Mahomes, con una profundidad media de pase de solo 6,2 yardas. Entre todos los quarterbacks que han jugado al menos seis partidos esta temporada, Mahomes ocupó el puesto 27 en cuanto a yardas por intento de pase (6,8). Las 152 presiones que sufrió fueron la cuarta cifra más alta de la liga.
En los últimos tres partidos de la temporada regular, con Thuney como tackle izquierdo, la protección de pase de los Chiefs mejoró, permitiendo solo un sack. Pero luego, en la ronda divisional de los playoffs, llegaron los Texans. Y con ellos, Will Anderson Jr y Danielle Hunter, la dupla de edge rushers más temida de la NFL.
Thuney y Mike Caliendo, su sustituto en guardia izquierda, cedieron 13 presiones y dos sacks. Mahomes solo fue sackeado tres veces en total durante el partido, pero el quarterback estrella de los Chiefs empezó a alargar sus dropbacks y a salir del bolsillo para ganar tiempo a medida que avanzaba el juego.
El único pase de touchdown que pudo lanzar – un pase de 11 yardas a Travis Kelce en el cuarto cuarto – fue lanzado mientras Mahomes caía al suelo, con el defensor de los Texans , Mario Edwards Jr, sujetándole los tobillos.
Mahomes terminó el partido con solo 177 yardas de pase, la cifra más baja de su carrera en los playoffs.
"Primero, quiero darles crédito a los Texans ", dijo Andy Reid, entrenador jefe de los Kansas City Chiefs, tras el partido. "Quiero decir, esa defensa es muy buena. Y esa línea defensiva es un gran desafío".
"Creo que nuestros chicos aguantaron bien contra ellos. Hicimos algunas buenas cosas en el juego de carrera, algunas buenas jugadas en el juego de pase y estuvimos decentes en el tercer down. Así que creo que, en general, fue positivo teniendo en cuenta contra quién estábamos jugando".
Reid estaba siendo diplomático. O al menos, si eres aficionado de los Chiefs, esperas que sea así. Nunca iba a echar a perder a ningún jugador o unidad de su equipo, a pesar de las dificultades que eran evidentes para cualquiera que estuviera mirando.
Pero Reid y los actuales campeones del Super Bowl deben reconocer una grave deficiencia en su protección de pase. El poner a Thuney en el puesto de tackle fue una solución temporal. Las dificultades que enfrentó contra una elite edge rush mostraron la diferencia entre el rol de un tackle y el de un guardia – y por qué los tackles tienden a ganar grandes cantidades de dinero en la NFL.
El trabajo de un guardia se realiza esencialmente dentro del espacio de una cabina telefónica; su bloqueo es un arte de combate en espacios reducidos. Un tackle, situado en el exterior de la línea ofensiva, tiene mucho más espacio que proteger y requiere un mayor nivel de atletismo; están defendiendo vastas aguas abiertas, con tiburones al acecho del lado ciego del quarterback.
Contra los Texans, los Chiefs lograron superar su falta de producción ofensiva apoyándose en su propia defensa estelar. Pero Josh Allen y los Buffalo Bills no serán tan fáciles de contener en el enfrentamiento del Campeonato de la AFC del domingo.
A pesar de tener casi todo lo demás en su lugar, la línea ofensiva de los Chiefs podría costarles una oportunidad histórica.
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