El 14 de enero de 2024, la NFL vivió su cuarto partido más frío en la historia de la competición. Kansas City Chiefs y Miami Dolphins se enfrentaban en Arrowhead en la Wild Card que terminó con victoria local por 26-7, en lo que sería el camino de Kansas a su tercera Super Bowl, la segunda consecutiva.
Aquella tarde nos dejó imágenes llamativas, aunque los aficionados tuvieron que sufrir en sus carnes temperaturas extremas, con una sensación, en ciertos momentos, de -33ºC. Y las secuelas no han tardado en llegar.
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Kansas City Chiefs y las duras consecuencias para sus aficionados tras el gélido partido frente a Miami Dolphins a -33ºC: ¡recomiendan amputaciones!
Getty Images
70.000 aficionados se dieron cita en Kansas, en el Arrowhead Stadium, para presenciar el partido más frío en la historia de la ciudad, aunque con el sabor dulce de la victoria de su equipo frente a Miami. Ya la situación empezó a ser llamativa cuando los propios aficionados de Kansas publicaron en redes sociales vídeos en supermercados donde el agua embotellada se congelaba, literalmente, al sacarla de la nevera donde estaba almacenada.
Para que os hagáis una idea, las temperaturas aquella tarde en el estadio fueron tan bajas que incluso Mahomes sufrió una fractura en su casco. Y el famoso bigote de Andy Reid terminó congelado.
Los aficionados dejaron estampas sorprendentes desde las gradas, y no faltaba el que se tomaba con humor el momento histórico que estaban viviendo.
Pero lo que pareció una imagen que quedaría en los libros de anécdotas de la NFL, ha terminado en tragedia. Y es que en la competición no existe un umbral de temperatura mínima por debajo del cual no se puedan disputar partidos, y varias decenas de aficionados terminaron siendo trasladados al hospital con síntomas de congelación.
El Dr. Megan L. Garcia, cirujano general del Grossman Burn Center del Research Medical Center de Kansas City, ha confirmado que el 70% de los pacientes que sufrieron congelaciones "se les recomienda programar amputaciones".