El Inter de Milan certificó su pase a las semifinales de la Coppa Italia tras vencer a la AS Roma en un más que digno partido del conjunto local en el Giuseppe Meazza, que recibió a Jose Mourinho, entrenador con el que la entidad nerazzurra consiguió la Champions League en 2010, con muchos honores. Tanto, que el técnico portugués mandó besos a la grada.
En el césped, desde el inicio se notó la diferencia entre el actual campeón de la Serie A y un conjunto capitalino que intenta asaltar las posiciones ligueras que dan derecho a disputar competición europea la próxima temporada.
Muy pronto, a los dos minutos, se adelantaría el equipo dirigido por Simone Inzaghi. Un preciso envío de Ivan Perisic desde la banda izquierda al primer palo era rematado por Edin Dzeko sin piedad al fondo de la red. El ariete bosnio ejecutó un remate de una técnica perfecta ante el que nada pudo hacer Rui Patrício, que cuajó un notable partido.
Con el marcador a favor, los locales afrontaron el partido con una tranquilidad mayor. Conscientes de su superioridad técnica, además de en el marcador y en la grada, el Inter buscó el segundo tanto que diera la tranquilidad necesaria para huir de posibles sobresaltos provocados por un buen rival.
Con el transcurrir de los minutos, sin embargo, la diferencia se fue haciendo cada vez mayor. Tanto que, en todo el partido, los romanos únicamente acabarían disparando en una ocasión entre palos. Rui Patrício, en cambio, sí salvo a los suyos en más de una ocasión.
Pero no pudo hacer nada para evitar, en la segunda parte, el que sería el último tanto del partido. Alexis Sánchez recibió un balón cedido por Matteo Darmian en tres cuartos de campo y no se lo pensó.
El atacante chileno se sacó un derechazo formidable a la derecha del portero de la AS Roma que se acabaría alojando en la escuadra de la portería. La potencia y la colocación hicieron que el portero no pudiera impedir la sentencia del partido y Alexis lo celebró con rabia.
Un gol maravilloso para cerrar un partido extraordinario de un Inter que sigue siendo candidato a todo: líder de la Serie A, en semifinales de la Coppa Italia (se enfrentará al ganador de la eliminatoria entre Milan y Lazio), y en octavos de la Liga de Campeones, en la que se medirá al Liverpool.