El Real Madrid llegó al estadio de La Cerámica con la tranquilidad que da el saber que eres campeón de LALIGA EA SPORTS, aunque el partido fue de todo menos tranquilo.
4-4 reflejó el marcador final y sirvió a Alexander Sørloth para auparse en la clasificación del pichichi 2024.
Eso así, antes del pitido inicial, algunos jugadores del Real Madrid, entre los que destaca Camavinga, dejaron una de las imágenes del encuentro.
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Camavinga, Bellingham y su viral momento con la afición de La Cerámica captado por las cámaras de Super8: “Yo lo sé”
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Antes de que el colegiado diera comienzo a la penúltima jornada de liga, en la que Real Madrid y Villarreal se enfrentaban en La Cerámica, Camavinga ya había sido el 'hombre del partido'.
Algunos jugadores del Real Madrid, como es lógico, se dieron una vuelta por el césped antes de entrar a los vestuarios, y algunos aficionados ya estaban situados en sus asientos, entre ellos un grupo de niños, que no cesaron hasta conseguir que sus ídolos se acerasen.
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Eduardo Camavinga se acercó a firmarles la camiseta y sacarse una foto, y uno de los niños aprovechó a para preguntarle si podía llevar la camiseta al banquillo, donde estaban sentados otros miembros de la plantilla, como Jude Bellingham.
El francés aceptó y la llevó a que sus compañeros la firmasen. Otro de los niños aprovechó para lanzarle un: "Camavinga, mi sueño es bailar contigo", y Eduardo respondió entre risas con un: "¿También?".
"Mejor, el míster y el niño", respondió Bellingham también entre risas.
Mientras Camavinga les devolvía la camiseta, otro aficionado le gritó: "¡Eduardo, eres el mejor!", y Camavinga, que ya estaba en la 'onda' de las bromas le respondió: "'¡Yo lo sé!".
Eso sí, los pequeños aficionados querían ir un poco más allá y le pidieron que metiera la camiseta en el vestuario para que la firmase el resto de compañeros, y Camavinga respondió: "Ah no, eso no, es mucho. Tienen concentración ahí".
Bellingham también quiso acercarse a sacarse una foto con los chicos y se convirtió en otro de los protagonistas cuando un niño le dijo: "Bellingham, mi hermana quiere darte un beso", y el inglés entre risas le respondió: "¿Un beso? Madre mía..."