Carlo Ancelotti mostró su tremendo enfado durante el tramo final del partido de la jornada 3 de LALIGA EA SPORTS entre Celta de Vigo y Real Madrid, encuentro celebrado en Balaídos y que pudimos vivir en DAZN.
El técnico de los blancos no contuvo su reacción tras el fallo de Rodrygo dese el punto de penalti, un fallo que bien pudo costarle dos puntos al Madrid de no ser por el testarazo de Jude Bellingham para decidir el encuentro en su favor.
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Carlo Ancelotti y su tremendo enfado con Rodrygo tras fallar el penalti: ¡no lo habíamos visto nunca así!
(C)Getty Images
El empate a cero ondeaba en el marcado cuando apenas quedaban poco más de veinte minutos para el final. Celta de Vigo y Real Madrid se veían las caras en Balaídos en el encuentro correspondiente a la jornada 3 de LALIGA EA SPORTS.
Para los blancos, el partido estuvo marcado por la tempranera lesión de Vinicius, que no pasó del minuto 16 por una lesión en su pierna derecha. Sin el brasileño sobre el verde, los blancos perdieron presencia ofensiva.
Fue en ese tramo final, todavía con el 0-0 y con problemas para conseguir buenas ocasiones, cuando Rodrygo forzó el penalti tras una fantástica ocasión individual. Era la ocasión perfecta para los blancos para tomar la delantera.
Sin embargo, Rodrygo falló el penalti y el empate continuó imperando. De no ser por el gol de Bellingham en el minuto 81, quizás el Madrid se hubiese dejado dos puntos fuera de casa.
En El Post de DAZN, el mejor programa de análisis de nuestro fútbol de primer nivel, revisamos unas imágenes en las que vemos el tremendo enfado de Carlo Ancelotti con Rodrygo tras fallar el penalti.
¿A qué se debía el enfado? Según dijo el propio Ancelotti en rueda de prensa, el encargado de tirar el penalti era Luka Modric, presente en el terreno de juego. Si bien el supuesto primer lanzador es Vinicius, lesionado en ese momento, Modric era el siguiente en la lista.
Rodrygo forzó el penalti y le pidió a Modric que le dejase el intento. El croata cedió, pero el brasileño no pudo convertir. De ahí el enfado de Ancelotti, que no cortó su reacción en el banquillo visitante de Balaídos.