El Manchester United sumó un importante triunfo en su partido aplazado de la Premier League ante el Brentford de Thomas Frank , que está rindiendo a un excelente nivel en su debut en la competición. Los red devils se impusieron con claridad gracias a una estelar segunda parte, que acabó eclipsando un mediocre primer acto en el que los locales fueron mejores.
De hecho, en los primeros 45 minutos David De Gea sostuvo a los de Ralf Rangnick con vida en el Brentford Community Stadium. El meta español, con sus paradas, impidió que el Brentford se adelantara en el marcador en unos momentos en el que el Manchester United apenas inquietaba la portería del meta danés Jonas Lössl.
Sin embargo, una de las imágenes del partido no estuvo protagonizada por un gol o una jugada en concreto. Cristiano Ronaldo fue sustituido a falta de 20 minutos para la conclusión del choque, con 0-2 en el marcador, por Harry Maguire y poco después de servir, de una manera prodigiosa, un balón con el pecho para Bruno Fernandes en el segundo tanto de los red devils.
En el momento en el que el luso se dio cuenta que era él el sustituido se le torció el gesto. La gran figura del Manchester United se marchó contrariado camino del banquillo. Cuando llegó a la posición de Ralf Rangnick dialogó con él, aunque sin dirigir su mirada hacia su técnico.
De hecho, ni siquiera se llegó a poner la chaqueta del chándal. El astro portugués la revolvió y la tiró contra el banquillo, en el que tampoco se sentó. Cristiano no ocupó uno de los asientos: se sentó en uno de los escalones que hay junto a ellos mientras negaba con la cabeza. Era evidente. No le había gustado, en absoluto, la decisión de su entrenador.
Pasaban los minutos y Cristiano seguía sin entenderlo. Dialogaba con miembros del cuerpo técnico de los red devils, que parecían explicarle la decisión de Rangnick y por qué había sido él el elegido para abandonar el terreno de juego cuando el partido estaba propicio para que continuara sumando goles a su espectacular trayectoria en el mundo del fútbol.
A los 77 minutos de juego, tan sólo seis después de la sustitución de Cristiano, Bruno Fernandes volvía a asistir a un compañero, en este caso a Marcus Rashford, para un nuevo gol del Manchester United. Mientras todos los jugadores se dirigían hacia la esquina poblada por sus aficionados, las cámaras enfocaban al banquillo visitante.
Allí, Ralf Rangnick, sentado junto a la estrella portuguesa, le indicaba por qué le había sustituido, tratando de apaciguar los ánimos en el ex del Real Madrid y buscando una complicada que, en un principio, encontró en el '7'. El técnico germano le tocaba el gemelo, dando palmadas y animando a su jugador. La situación se calmó y Cristiano comenzó a asimilar las indicaciones de su entrenador.
Fue la anécdota del partido, que acabó con victoria visitante y que sirvió para animar a jugadores, cuerpo técnico y afición en la carrera por alcanzar las posiciones de Champions League, principal objetivo del club toda vez que la pugna por el título queda demasiado lejos.
Ralf Rangnick responde a Cristiano Ronaldo tras su enfado al ser cambiado: "Cuando seas entrenador, lo verás de otro modo"
Cristiano Ronaldo no se fue nada contento del Community Stadium. A pesar de que el Manchester United salió victorioso de su duelo contra el Brentford, el portugués protagonizó un gran enfado después de ser sustituido en el minuto 71, cuando su equipo iba ganando 0-2.
Su entrenador, Ralf Rangnick trató de hablar con él, pero Ronaldo no parecía entender por qué debía abandonar el campo. Ya en la rueda de prensa post partido, el técnico alemán explicó las razones que le llevaron a hacer el cambio.
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"Mi trabajo es tomar las decisiones en beneficio del equipo y espero que él lo vea de la misma manera. Es normal. No estaba feliz... pero volvía de una lesión. Para mí era importante tenerlo de nuevo con nosotros, sobre todo después de que Cavani no pudiera entrenar", aseguró Rangnick intentando comprender a su jugador.
"Su reacción fue preguntarme: '¿Por qué yo? ¿Por qué me cambias?'. Y le dije: 'Escucha, debo tomar decisiones por el interés del equipo y del club'. Tuvimos exactamente la misma situación hace cinco días en Villa Park, cuando íbamos 2-0 a falta de 15 minutos y no queríamos repetir el mismo error", continuó. En aquella ocasión, el Aston Villa consiguió remontar un 0-2 en contra y empatar el partido, algo que Rangnick no quería que volviera a ocurrir.
"Cristiano no estaba contento porque es un goleador y le hubiese gustado seguir en el campo y marcar su gol. Pero para nosotros era más importante estar compactos para garantizar piernas frescas y un juego aéreo fuerte para defender sus faltas y su balón parado", dijo.
"Le dije: 'Escucha, Cristiano. Tienes 36 años y estás en muy buena forma, pero, cuando seas entrenador, lo verás de otro modo", concluyó.