El Manchester United vivió una noche aciaga en el derbi ante el Manchester City de Pep Guardiola. El equipo de Ole Gunnar Solskjaer no dio la sensación, en ningún momento, de poder plantarle cara al equipo skyblue, que con su presión intensa, tan característica en la Premier League, desbarató por completo a los red devils.
Por si fuera poco, Eric Bailly se convirtió en el mejor delantero visitante cuando, a los cuatro minutos de partido, puso el 0-1 al equivocarse en un despeje que se acabó introduciendo en su propia portería.
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A partir de ahí, todo fue un quiero y no puedo para el Manchester United. Sin apenas inquietar a Ederson (cinco remates en total, tan sólo uno de ellos a puerta), la afición de Old Trafford asistió a un triste espectáculo de su equipo que, a pesar de encarar el encuentro a tan sólo tres puntos de distancia de sus vecinos, las sensaciones que ofrecieron uno y otro conjuntos demuestra que la distancia real entre ambos es mucho mayor.
Sin embargo, no todos los jugadores locales tuvieron un mal rendimiento en el derbi de Manchester. David de Gea evitó, con paradas de un mérito extraordinario, que el Manchester City lograra una goleada mayor en su visita a su máximo rival.
Gabriel Jesus, Joao Cancelo, Kevin De Bruyne..., hasta Harry Maguire, capitán de los red devils, estuvieron a punto de batir al portero madrileño. Pero los reflejos del arquero del Manchester United salvaron todas y cada una de las ocasiones de peligro.
De hecho, salvo el disparo de Joao Cancelo, todos las demás oportunidades de peligro citizens desbaratadas por el portero local fueron remates en el interior del área. La ocasión del ariete brasileño, un remate a media vuelta; la llegada de Kevin De Bruyne, un pase al interior del área; el despeje de Maguire, un rechace en el área pequeña tras un pase de la muerte... Todas fueron salvadas por un David de Gea inconmensurable en un derbi descafeinado por la superioridad de uno de los dos equipos.
De hecho, Ederson no tuvo que intervenir para salvar ninguna acción clara de peligro de los de Ole Gunnar Solskjaer, que sigue estando muy tocado tras sumar el Manchester United tres derrotas en sus cuatro últimos partidos disputados en la Premier League.