El Liverpool logró el pase a los cuartos de final de la Carabao Cup tras superar al Preston North End en Deepdale en un partido en el que los de Jürgen Klopp tuvieron que trabajar más de lo esperado para cumplir con el camino marcado.
De hecho, los reds se fueron al descanso mostrándose inferiores a su rival. El equipo de suplentes sacado por el técnico alemán no podía con un conjunto de Championship que, sorprendentemente, se asomaba más que su rival a la portería contraria. Tanto es así, que el Liverpool llegó al segundo tiempo sin realizar ni un solo disparo entre palos.
Aun así, la superioridad de los de Klopp salió a relucir en el segundo tiempo. El gol de Minamino a la hora de juego fue clave, además, para confirmar el dominio en un encuentro que comenzaba a parecerse lo que se podía esperar de él, al menos sobre el papel.
Sin embargo, el mejor momento del partido llegaba a pocos minutos para el final de la eliminatoria. Divock Origi, titular en el encuentro de octavos de final, hacía el segundo gol de la noche con un extraordinario remate de escorpión ante el que nada pudo hacer Rudd.
Un centro de Tsimikas desde la banda izquierda se estrellaba en el larguero del Preston North End. El rebote lo cazaba, en el vértice del área pequeña, Neco Williams que, tras un pequeño recorte, disparaba, aunque su remate lo tapaba la defensa local. El rebote volvía a favorecer a un jugador red. En este caso era Origi quien, sin controlar el balón y una vez que éste pasaba por su espalda, sacó la pierna para rematar de escorpión y sentenciar el partido.
Fue, sin duda, el mejor gol de la noche y, probablemente, uno de los mejores del año en Inglaterra. Una maravilla con la que el ariete belga enloqueció en Deepdale.
El campeón cae ante el West Ham
En el otro partido ofrecido en directo por DAZN, el del London Stadium protagonizado por West Ham y Manchester City, hubo sorpresa. El vigente campeón, el equipo de Pep Guardiola, cayó eliminado en la tanda de penaltis tras igualar a cero en Londres.
El partido, a pesar de todo, lo dominó un Manchester City que salió con Marhez y De Bruyne, entre otros, en el once inicial. El buen papel desempeñado por Areola en la portería hammer y el desacierto skyblue, sin embargo, motivó que se alcanzara el final del tiempo reglamentario con tablas en el marcador.
En la tanda de penaltis, la pena máxima fallada por Phil Foden, primer lanzador en los de Guardiola, supuso un lastre demasiado grande ante un West Ham que acertó en sus cinco intentos, sellando el pase a cuartos ante la locura desatada entre la afición local.