El FC Barcelona lo ha vuelto a hacer. El Camp Nou volvió a registrar una cifra para el recuerdo en el encuentro de ida de semifinales de la UEFA Women's Champions League entre el primer equipo culé y el Wolfsburgo alemán.
Los 91.648 espectadores que se cieron cita en el coliseo azulgrana para vibrar con las jugadoras de Jonathan Giráldez, vigentes campeonas de Europa, disfrutaron de una contundente goleada que sitúa al equipo catalán con pie y medio en la final de Turín.
Se trata de un número superior a los 91.553 que poblaron las gradas del Camp Nou en el anterior encuentro que el FC Barcelona femenino jugó como local en la máxima competición europea de clubes.
En aquel momento, las culés se midieron al Real Madrid de Alberto Toril en un Clásico histórico por enfrentar, por primera vez, a los dos máximos exponentes del fútbol en España en competición europea.
Lo fue, también, por registrar la mayor asistencia en la historia del fútbol femenino mundial en un partido. Ahora, con este nuevo número, la entidad presidida por Joan Laporta da un paso más y aumenta esa cifra.
Por si fuera poco, las jugadoras de Giráldez se mostraron tremendamente superiores ante un conjunto, el Wolfsburgo, que el Camp Nou dio la sensación de poseer una entidad inferior a la que de verdad tienen.
De hecho, en la competición doméstica, el cuadro germano domina con puño de hierro la liga, en la que está a punto de vencer. Sin embargo, no tuvo nada que hacer ante un FC Barcelona que en ningún momento dio opción a las visitantes.
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No en vano, el marcador del feudo azulgrana ya reflejaba la superioridad local con un tempranero tanto de Aitana Bonmatí, que aprovechó un preciso pase largo de Fridolina Rolfö a la espalda de Janssen para batir a Schult y adelantar a su equipo a los tres minutos de juego.
El golazo de la tarde llegaría instantes después. Graham Hansen recibió el cuero en la banda derecha del atace culé para, tras un espléndido recorte ante la defensora alemana en el interior del área, disparar con la pierna izquierda al palo largo y duplicar la ventaja.
Posteriormente, superada la media hora de juego, una formidable jugada colectiva del FC Barcelona tras recuperar el balón en campo contrario la finalizaba Jenni Hermoso para poner el 3-0. El 4-0, también antes del descanso, lo firmaría Alexia Putellas, que aprovechaba un desajuste defensivo para unirse a la fiesta azulgrana.
Roord, en la segunda parte, recortaba diferencias en el segundo tiempo pero, a menos de diez minutos para el final, de nuevo Putellas, la mejor jugadora del mundo, forzaba un penalti que transformaba ella misma para situar el definitivo 5-1 en el marcador, que podría haber sido más amplio si Oshoala hubiera acertado en el mano a mano o el disparo de Claudia Pina no lo hubiera repelido la madera.
Además, la victoria azulgrana llevó aparejada otra serie de récords, como el que supone tener pie y medio en la tercera final europea (segunda consecutiva) en los últimos cuatro años o encadenar 45 victorias seguidas en partido oficial, además del propio récord de asistencia.