Goodison Park cerraba la decimoquinta jornada de la Premier League con un enfrentamiento entre Everton y Arsenal que se acabó llevando el equipo de Rafa Benítez gracias a los goles de Richarlison y Gray, que sirvieron para remontar el tanto inicial de Martin Odegaard a pase de Kieran Tierney en la última jugada de la primera parte.
Los primeros minutos fueron de extrema igualdad, con pocos acercamientos y mucha tensión en el centro del campo. Los de Rafa Benítez disfrutaron de la primera ocasión clara de peligro, cuando Richarlison encontró a Doucouré en el interior del área, pero su disparo se marchó fuera.
Acto seguido llegarían dos malas noticias para los locales, que primero vieron cómo, a la media hora de partido, Ben Godfrey se vio envuelto en una polémica jugada que, afortunadamente para él, acabó sin consecuencias. Y es que el lateral zurdo inglés golpeó, con los tacos en la cara, a Takehiro Tomiyasu cuando ambos pugnaban por un balón en el césped.
Posteriormente llegarían los dos jarros de agua fría para los aficionados toffees. Primero Yerry Mina, que acababa de salir de una lesión, se retiraba nuevamente lesionado del terreno de juego, teniendo que ser sustituido a los 30 minutos de partido por Mason Holgate.
Justo después Richarlison anotaba un gol de cabeza con un certero cabezazo y, tras celebrarlo, comprobó cómo el VAR lo anulaba por posición antirreglamentaria, manteniéndose el partido con empate a cero.
Cuando todo hacía indicar que se llegaría al descanso con ese resultado, una internada de Kieran Tierney por la banda izquierda acababa con un centro al interior del área, donde se encontraba Martin Odegaard. El noruego, llegando desde atrás, sacó su calidad a relucir para, con el interior del pie izquierdo, sacar un disparo colocado al primer toque ante el que nada pudo hacer Jordan Pickford.
Aquello sucedió en la última jugada de la primera parte. Tras la reanudación, el Everton salió empeñado en empatar el partido para sumar y tratar de alejarse de las posiciones de descenso. Richarlison volvía a anotar tras recibir un buen pase filtrado por Doucouré. Sin embargo, el VAR se lo volvía a anular por posición de fuera de juego.
Los toffees no se rindieron y continuaron intentándolo, aunque con poco acierto. Pero a falta de diez minutos para el final, fruto del embotellamiento en el que se encontraba el Arsenal y tras perder el balón en campo propio, los gunners vieron cómo cambiaba el signo del partido.
Demarai Gray recogía en la frontal del área un pase de André Gomes y sacaba un derechazo que se estrellaba en el larguero de la portería de Aaron Ramsdale. El rechace lo recogió Richarlison para, esta vez sí, establecer la igualada en el marcador con un buen remate de cabeza.
El Arsenal, poco después, estuvo a punto de volver a ponerse por delante. Una bicicleta de Bukayo Saka en la banda derecha del ataque gunner finalizaba con un centro al segundo palo para la aparición de Edward Nketiah, pero su remate de cabeza se estrelló en el palo y salió fuera antes de volver a rebotar en el jugador visitante.
La locura llegaría, sin embargo, en el minuto 93 y cuando faltaban tres para que se cumplieran los seis minutos de descuento. Demarai Gray recibía el balón en tres cuartos de campo y, tras conseguir llegar a la frontal del área y ganar posición de disparo, conectó un potente remate con la pierna derecha que se alojó en las redes antes de tocar en el palo izquierdo de la portería de Ramsdale.
A partir de ahí enloqueció el partido, con un Arsenal volcado en busca del empate y un Everton centrado en tratar de sacar rédito de los contragolpes para sentenciar el partido. En el minuto 97, una buena jugada de ataque del Arsenal concluía con Aubameyang recibiendo el balón en el interior del área, pero disparando desviado de la portería de Pickford en la que acabaría siendo la última jugada del partido.
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