El Real Madrid no pudo pasar del empate en el partido que medía a los blancos con el Girona en el Santiago Bernabéu y en un duelo correspondiente a la duodécima jornada de LaLiga Santander que los de Carlo Ancelotti afrontaban, además, sin su gran estrella, Karim Benzema.
La ausencia del francés en el cuadro merengue reducía considerablemente la productividad ofensiva de un equipo que, en cualquier caso, debía ser netamente superior a su rival, recién ascendido, y que estaba obligado a lograr la victoria para retener la ventaja en el liderato de la tabla.
El coliseo blanco presentó sus mejores galas para un atractivo partido ante un Girona que, si bien no atravesaba por su mejor racha desde su regreso a la élite española, llegó al Santiago Bernabéu sin complejos y con la convicción de poder sumar algún punto en una de las visitas más difíciles del curso.
Tanto es así que, al término de los primeros 45 minutos, el marcador aún reflejaba el empate a cero inicial entre el vigente campeón liguero y los de Míchel, que se defendían como podían de las acometidas locales, sobre todo, por banda derecha.
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En la segunda mitad, con la obligación de sacar el partido adelante, el Real Madrid trató de cercar a un Girona que, sin embargo, sí comenzaba a asomarse con más peligro por la portería de Thibaut Courtois hasta el punto de que apareciera el meta belga.
De hecho, el conjunto catalán ya avisó en la primera mitad con un remate al larguero en un violento disparo de Yangel Herrera en el interior del área y ante el que poco o nada podía hacer el portero madridista.
Fue a falta de 20 minutos para el final del partido cuando Vinicius, a pase de Fede Valverde, puso el primero en el marcador, tranquilizando a la parroquia blanca y haciendo justicia a la producción ofensiva que se había visto de los blancos en el terreno de juego.
Pero poco duraría la alegría al Real Madrid. Habían pasado menos de diez minutos del tanto del brasileño cuando, un centro al área blanca interceptado por Marco Asensio, rebotaba en el brazo izquierdo del balear tras su control con el pecho.
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En un principio, la jugada continuó pero, tras ser reclamado por el VAR, el árbitro del partido, Melero López, decretó la pena máxima a favor del conjunto gerundense que se encargaría de transformar Christian Stuani para restablecer la igualada.
Posteriormente, Rodrygo adelantaría de nuevo al Real Madrid, pero su gol sería anulado al considerar el árbitro que, cuando remató el brasileño, en una pugna con Gazzaniga, era el meta del Girona quien tenía el balón en sus manos.
El penalti concedido a los visitantes generó mucha polémica tanto en el propio estadio como en los medios. En El Post de DAZN, Guti, leyenda madridista, se mostró a favor de la señalización del penalti contra el Real Madrid. "Creo que es la típica que te crees que va a la cara, te proteges un poco, levantas un poquito la mano con la mala suerte de que te da en el pecho y luego en la mano. Penalti, para mí, justo, pero si alguno es innecesario es este", opinó el exfutbolista.