El Manchester United afrontaba su visita a Stamford Bridge después de una semana complicada. La derrota ante el Watford en la pasada jornada de la Premier League sentenció a Ole Gunnar Solskjaer y Michael Carrick se estrenaba como técnico de los Red Devils con dos duras pruebas por delante. La primera, ante el Villarreal en la Champions, logró solventarla (2-0), pero la segunda, ante el Chelsea, se antojaba más complicada.
Además, lo hacía sin su gran estrella, Cristiano Ronaldo, en el once inicial. Una decisión que no pareció gustar del todo al portugués, que se mostró muy serio en el banquillo y que cuando salió no pudo tener el protagonismo que le hubiera gustado.
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El primer tiempo fue un auténtico monólogo de los de Thomas Tuchel. Sin grandes alardes, pero todas las ocasiones venían del lado blue. Reece James, Hudson-Odoi, Timo Werner, Rudiger... Todos querían poner a prueba a De Gea, que salvó varias ocasiones claras. En el minuto 3 de partido, el portero español sacó un pie providencial para evitar el gol de Hudson-Odoi, que disparó cruzado con toda la intención.
En el 30', Rudiger estrelló un balón en el palo que previamente rozó en la mano de De Gea, que hizo lo imposible por estirar el brazo y slavar nuevamente a su equipo.
El conjunto de Carrick apenas pudo proponer nada y se limitó a poner nerviosa a la defensa del Chelsea y esperar el error, táctica que acabó dando sus frutos, pues nada más comenzar el segundo tiempo, pudo aprovecharlo.
En una jugada a priori tranquila, Jorginho se equivocó en el control y protagonizó uno de los fallos de la jornada. El italiano perdió el balón y Jadon Sancho, que se encontraba por la zona, olió la sangre y cazó la pelota. El extremo inglés, que marcó ante el Villarreal su primer gol con el Manchester United, batió sin problemas a Mendy, que quedó totalmente vendido por Jorginho.
El gol sacudió el partido y comenzaron a llegar las ocasiones en ambas áreas. Y en el minuto 68, todo explotó. Aaron Wan-Bissaka entró de forma muy temeraria sobre Thiago Silva y el árbitro Anthony Taylor pitó penalti a favor del Chelsea.
Jorginho, que quería resarcirse de la acción del gol del United, cogió la pelota y como especialista en lanzamientos desde los once metros que es, no se puso nervioso y marcó el gol del empate.
Los Blues empujaron para intentar hacerse con los tres puntos, pero se mostraron muy erráticos de cara a puerta. El final del encuentro fue de auténtica con ocasiones en ambos lados del campo. Sin embargo, parecía que ninguno de los dos equipos quería ganar, ya que encadenaban un error tras otro tanto en ataque como en defensa.
Mendy dio el susto en el 87' con un pase a un compañero muy cerca del área que interceptó Fred, que finalmente no pudo concretar. Rudiger tuvo la última ocasión del encuentro en el último suspiro con un zapatazo desde dentro del área que se marchó fuera por muy poco.
El Manchester United consiguió salvar los muebles y sacó petróleo de uno de los campos más difíciles de la Premier. El Chelsea, por su parte, logró un punto que le permite seguir siendo líder en solitario unos días más, pero el Manchester City y el Liverpool, están cada vez más cerca. Esta temporada, la lucha por el título parece ser de tres y ninguno quiere bajarse antes de tiempo.