Jude Bellingham es la estrella que ilumina al Real Madrid, dentro y fuera del campo. El inglés tiene enamorada a la afición, por su fútbol, por sus goles, pero sobre todo por su carisma.
En cada ocasión que puede el inglés intenta agradecer a la grada todo el cariño que recibe, es un icono en la capital y le gusta estar cerca de su gente. El último detalle de Bellingham captado por las cámaras de Super8 lo tuvo con Leyre, una niña que padece leucemia tras la conclusión del Getafe vs Real Madrid.
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Jude Bellingham y su emotivo gesto a una joven aficionada con leucemia en el Coliseum tras el Getafe vs Real Madrid: "Sonríe"
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Jude Bellingham es el ídolo del madridismo. En cuestión de seis meses ha fraguado una conexión con la parroquia blanca inquebrantable. Como acostumbra a decir Florentino Pérez, parece "nacido para jugar en el Real Madrid".
El inglés se ha convertido en el líder del equipo, con permiso de Vinicius Jr. Cuando las cosas no salen según lo planeado, él se echa el equipo a la espalda y tiene galones como para dirigir e imprimir ese liderazgo a los suyos.
No deja de parecer asombroso como un chico de su edad asume con tanta naturalidad el bastón de mando de un club con el peso histórico del Madrid. A Jude le gusta, se siente cómodo en ese rol, pero tiene muy claro de dónde viene y esa humildad con la que trata al hincha le ha hecho ganarse el corazón de su nueva familia, la blanca.
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El último detalle del inglés lo tuvo con una aficionada con leucemia que acudió al encuentro aplazado entre el Getafe y el Real Madrid, correspondiente a la jornada 20 de LALIGA EA SPORTS.
Jude, que hizo un partido de notable alto, se acercó a la chica y mantuvo una bonita conversación. Después de la charla el jugador le dio un caluroso abrazo y se echaron una foto. El inglés le mandó un último consejo: "sonríe".
Las afinadas cámaras de Super8 captaron el bonito del inglés. Este tipo de gestos son los que alimentan la fiebre por Jude. Dentro del campo es el mejor, no hay otro futbolista de la plantilla con ese impacto en el rendimiento del equipo, pero fuera también sabe cuidar de los suyos.
Tiene 20 años, pero ha comprendido perfectamente lo que significa jugar en un club como el Madrid. Su figura destaca sin grandes estridencias, elegante, sutil. Es un líder silencioso que ya tiene en su bolsillo el corazón de la parroquia blanca.