La Juventus de Turín se llevó la Coppa de Italia tras una final muy disputada ante un Atalanta que fue de más a menos y no se vio capaz de levantar el 2-1 con el que la 'Vecchia Signora' acabó conquistando el trofeo.
El equipo de Gasperini tuvo un gran comienzo, dominando y generando ocasiones, pero Kulusevski, con un precioso tanto, abrió el marcador y le dio ventaja a una Juventus que encontró antes el resultado que el juego.
Antes del descanso, un violento remate de Ruslan Malinovskyi hizo subir el empate al electrónico, aunque los hombres de Andrea Pirlo supieron sobreponerse al golpe tras el paso por vestuarios y firmaron el 2-1 gracias a una bonita combinación que finalizó con gol de Federico Chiesa.
Esta es la 14ª Coppa de Italia que consigue la Juventus.