La FA Cup es una competición repleta de sorpresas. Es el torneo más antiguo del mundo y los dieciseisavos han vuelto a demostrar que poco importa la categoría de los clubes cuando se compite sobre el verde por un mismo objetivo durante 90 minutos.
Lo sabe bien el Leicester, que visitaba The City Ground para medirse a un Nottingham Forest que ya echó de la competición al Arsenal en la ronda anterior. El doble campeón de Europa quiere seguir avanzando en el torneo y haciendo soñar a una afición que disfrutó viendo cómo su equipo pasaba por encima de un equipo de Premier League que, en los últimos años, ha sido un habitual de las competiciones europeas e incluso ha llegado a conquistar la máxima categoría del fútbol británico.
Si en la ronda anterior fue Grabban el que, con un gol en el minuto 83, certificaba el pase a la siguiente ronda del equipo dirigido por Steve Cooper, esta vez la victoria fue mucho más holgada y, por tanto, tranquila para todos los aficionados que abarrotaban el estadio en una tarde fantástica para los locales.
Lo era porque el juego del equipo acompañaba. Desde el inicio, el Forest se mostró superior a su rival. El Leicester parecía un rival de menor entidad que el propio Nottingham Forest, y Brendan Rodgers asistía atónito a un esperpento defensivo en su equipo.
De hecho, tardó poco más de 20 minutos Philip Zinckernagel en hacer el primer gol de la tarde. Tras aprovechar una fantástica dejada de Keinan Davis tras un centro de Brennan Johnson, el atacante local mandaba el balón al fondo de una portería que no estaba defendida por nadie. Los foxes reclamaron falta de Davis sobre Daniel Amarthey. El colegiado no señaló nada y el Nottingham se puso por delante.
Pero es que un minuto después volvería a marcar el cuadro de Cooper. Las televisiones aún mostraban la repetición del gol anotado por Zinckernagel cuando un error de Amarthey, protegiendo el balón y entregándoselo a su portero, Danny Ward, era aprovechado por Johnson.
El balón nunca llegó al guardameta porque entre la posición del central del Leicester y Ward se encontraba Johnson. El ariete galés agradeció el regalo del zaguero ghanés y batió por bajo al portero del Leicester para hacer el 2-0 y dar un paso de gigante hacia los octavos de final.
La avalancha local no cesaba. El Leicester suplicaba por un tiempo muerto y The City Ground alentaba a los suyos en busca del tercero, que estuvo a punto de llegar en varias ocasiones. Sería, sin embargo, en el 32' cuando Joe Worrall, a pase de James Garner, pondría más tierra de por medio haciendo el tercero.
Un córner desde la banda derecha botado por el centrocampista inglés era cabeceado en el segundo palo por el defensor local. Ward no pudo hacer nada por atajar el esférico. Worrall, que había rematado en plancha, había optado por un remate picado. Eso engañó también a Yuri Tielemans que, a pesar de encontrarse junto al poste, no acertó a despejar el esférico, que se acabó introduciendo en la portería de los foxes.
Sólo un fallo de Bamba, portero local, dio algo de aire a Rodgers. Iheanacho aprovechó la salida en falso del portero del Nottingham Forest para regatearlo y marcar a puerta vacía. Faltaban pocos minutos para alcanzar el tiempo de asueto y el Leicester acababa de reducir diferencias en el marcador.
Sin embargo, las sensaciones no cambiarían en la segunda mitad, en la que el Nottingham, espoleado por su afición, volvió a salir mejor que su rival. A la hora de partido, y justo después de que Ward evitara un nuevo gol local, llegaría el 4-1.
Una pared entre Philip Zinckernagel y Djec Spence era finalizada por el lateral inglés en el mano a mano ante el portero vstante. Ward no pudo hacer nada ante la acometida de los de Cooper y, con tres goles de diferencia en el marcador, el Leicester bajó los brazos.
Los foxes son el segundo equipo de Premier League que pierde, de manera consecutiva, en The City Ground. El próximo rival en acudir será el Huddersfield Town, que comparte categoría con el Nottingham Forest y que marcha en quinta posición. Uno de los dos, por tanto, alcanzará los cuartos de final. Y The City Ground quiere seguir celebrando.