La Premier League ha vuelto a demostrar por qué es una de las mejores ligas del mundo y no precisamente por su calidad futbolística, que también. Durante el Watford - Chelsea se vivió uno de los episodios que nunca nos gusta tener que contar.
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En el minuto 11, el árbitro tuvo que parar el partido por una emergencia sanitaria en la grada. Marcos Alonso fue el gran protagonista del momento, pues fue quien se percató de lo que estaba ocurriendo y se acercó para avisar al personal sanitario.
Gracias a la rapidez del lateral izquierdo del Chelsea, situado en el costado donde estaba el aficionado, éste pudo ser atendido a la mayor brevedad posible. Moussa Sissoko fue el encargado de avisar a David Coote, colegiado del encuentro, que detuvo el mismo.
Inmediatamente, los servicios médicos saltaron corriendo para socorrer al aficionado, que tuvo que ser atendido en uno de los córners del estadio.
Los jugadores se retiraron a vestuarios y las gradas de Vicarage Road quedaron en absoluto silencio en señal de respeto y de preocupación por el estado de salud de uno de los suyos.
Después de más de 20 minutos de tensa espera, la megafonía del estadio anunció que los servicios de emergencia habían conseguido estabilizar al aficionado y que estaba siendo trasladado al hospital.
En ese momento, todos los presentes en Vicarage Road rompieron a aplaudir en homenaje a la persona implicada y a los servicios médicos por la gran labor realizada.
Los integrantes de ambos equipos regresaron al terreno de juego y tanto Marcos Alonso como Moussa Sissoko fueron recibidos con una gran ovación en agradecimiento por su gran actuación en un momento tan complicado.
Esta acción recordó a lo vivido en el pasado mes de octubre en el Newcastle - Tottenham en el que otro jugador español fue clave para socorrer a un aficionado. Sergio Reguilón se percató del problema en la grada y avisó inmediatamente al árbitro, que detuvo el encuentro. Aquella vez, igual que en el Watford - Chelsea, también tuvo final feliz.