El duelo entre Liverpool y Arsenal es una de las fechas señaladas en el calendario por todos los aficionados a la Premier League. Uno de los enfrentamientos más importantes de Inglaterra. Un partido que nunca defrauda y en el que siempre saltan chispas.
El conjunto de Mikel Arteta pisaba Anfield con la intención de dar caza a los de Jurgen Klopp y meterse en la pelea por la primera plaza, en la que sigue acomodado el Chelsea.
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El ambiente en el estadio era espectacular, el 'You'll Never Walk Alone' sonó con fuerza para intimidar a un Arsenal que salió a plantar cara a su rival.
El partido estuvo cargado de intensidad desde el pitido inicial. Faltas constantes en ambos lados del partido no permitían que el balón rodara con normalidad. Mohamed Salah avisó en el minuto 5, pero el disparo se marchó muy desviado. Los gunners querían llegar por medio de Lacazette y Aubameyang, pero ninguno logró ser preciso.
Pasaban los minutos y el duelo se calentaba cada vez más. Se sucedían las ocasiones en ambas áreas. Bukayo Saka, Van Dijk, Alexander-Arnold... Todos querían tener su momento de protagonismo.
A la media hora de partido, el conjunto red disfrutaba de su mejor ocasión. Sadio Mané cazó un rechace dentro del área y le pegó con mucha potencia. Sin embargo, Aaron Ramsdale se estiró haciendo gala una vez más de sus grandes reflejos y detuvo el lanzamiento.
Aubameyang respondía para el Arsenal y anotaba el que hubiera sido el primer gol del partido. Pero estaba en posición adelantada y la acción fue invalidada.
Justo después, se producía el punto de mayor tensión del encuentro. Mikel Arteta estalló contra Jurgen Klopp tras una falta sobre uno de sus jugadores y salió disparado hacia la posición del técnico del Liverpool. Tanto el español como el alemán tuvieron que ser detenidos por sus compañeros para evitar que la riña fuera a mayores. Durante esos minutos, ambos se dedicaron todo tipo de improperios y el árbitro decidió intervenir para terminar con la disputa con una tarjeta amarilla para cada uno.
Tras este momento de tensión, el partido siguió su curso y el Liverpool cada vez llegaba con mayor autoridad al área de los gunners. Moh Salah volvió a obligar a estirarse a un Ramsdale que evitó que el balón entrara en la portería con una parada sensacional. Dos minutos después, fue Alexander-Arnold el que puso a prueba al portero del Arsenal que, una vez más, se erigió como héroe.
Pero en el minuto 39, Sadio Mané consiguió derribar el muro de Ramsdale y abrir el marcador para el Liverpool.
Tras el descanso, el cuadro red siguió amenazando el área de Ramsdale y Diogo Jota aprovechó un error en defensa para marcar el 2-0. Salah y Minamino sentenciaron a un Arsenal que pierde la oportunidad de asentarse en los puestos de Champions.