Pep Guardiola está pasando por uno de los peores momentos de toda su carrera profesional como entrenador, y es que acumula una racha preocupante de partidos sin triunfo alguno.
El técnico del Manchester City tuvo una forma de ser muy sorprendente durante el último encuentro de la Premier League, llegando a autolastimarse en la cara con arañazos de la frustración que vivió.
Descubre en DAZN todo el análisis de Jordi Reche, especialista en comunicación no verbal.
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Pep Guardiola y la comunicación no verbal que refleja los problemas del Manchester City: "35 veces llegó a lastimarse"
Getty Images
Jordi Reche atendió en exclusiva a DAZN durante el programa Erasmus FC dirigido por Nacho González, Miguel Quintana y David Fer para analizar la complicada situación por la que pasa el club cityzen.
El entrenador catalán se encuentra en un momento muy difícil después de renovar con el Manchester City y comprobar que no habrá una solución fácil, algo que ya ha mostrado desde el banquillo con distintos gestos.
"Todo lo que sea un comportamiento que se repite de manera obsesiva y compulsiva, obedece a que algo va mal por dentro. Lo hace por la misma razón por la que alguien puede romper cosas cuando se enfada. Porque estás abrumado, sobrepasado, y pasas a controlar tú la situación. Te llevas un chute de dopamina".
"Lo que me llama la atención es que alguien que controla todo tanto siempre, se deje llevar y sea un mal ejemplo para su equipo. En situaciones de crisis los equipos siempre miran al líder. Tú estás volando y hay muchas turbulencias, y siempre miras al azafato o la azafata. Yo estoy seguro de que él hará autocrítica y en la medida de lo posible hará para no repetir esto porque hace un ruido tremendo", explicó Jordi.
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A Pep Guardiola siempre se le ha conocido por ser en algunos momentos una persona muy enérgica o expresiva, pero durante el último encuentro de la Premier League tuvo un comportamiento que no habíamos visto antes.
"35 veces que llegó a lastimarse. Al final el lenguaje no verbal nos dirá siempre cómo te sientes en relación a cómo estás contigo mismo, a lo que está pasando. Las palabras las puedes callar, pero creo que él está sometido a una presión que no ha visto nunca y le está saliendo de una manera jamás vista hasta ahora".
"Él llegó a decir en broma que se había lastimado a él mismo. Al día siguiente sacó un comunicado diciendo que no quería reírse. Yo creo que está bastante ido de su control, lo estamos viendo de manera clarísima", dijo sobre Guardiola.
Esta situación para muchos es parecida a la que vivió el técnico del FC Barcelona la temporada pasada, Xavi Hernández, que tampoco era capaz de sacar adelante al equipo de una mala racha.
"Esto me recuerda a cuando Xavi el año pasado se volvía loco, estaba envuelto en llamas. La de veces que lo expulsaron y la de veces que él hizo autocrítica. Me consta que él se prometía a sí mismo no repetirlo, esto se contagia al equipo, tienes que ser el espejo de tu equipo. El hombre tiene que estar remordiéndose de su actuación".
"Se hizo viral en redes sociales cómo se dirigía al resto del Manchester City, diciendo: "por favor no quiero lenguaje no verbal, no quiero cabezas agachadas, no quiero posturas alicaídas". Esto es como cuando en pandemia los políticos nos decían: "No os toquéis la cara", y mientras hacían el discurso se tocaban la cara".
"Hay en Guardiola muchos gestos que llamamos reguladores, cuando se toca la cabeza, bebe mucho agua, saca muchos pinzamientos de nariz. Todo eso es algo que como líder no debemos hacerlo porque se refleja en el equipo. Estamos viendo cómo se pone en postura fetal, una cara de él no vista hasta ahora", desgranó en Erasmus FC.
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"Los que llevamos desde 2008 o 2009 analizando a Guardiola hemos visto esta evolución, yo creo que él cada vez está más suelto, o no le importa mostrarse como es. No le importa mostrarse vulnerable, algo que al principio hacía y pensábamos que era falsa modestia. Yo creo que cada vez le importa menos exteriorizar enfados, o incluso alegrías a veces desproporcionadas. Un abrazo que le dio a Haaland el año pasado, que decía: "Pero qué está pasando aquí".
"Cada vez le importa menos decir qué siente en cada momento, casi como si estuviera ya saliendo. Es paradójico, muy curioso. Lo que veo en él, y todos los jugadores lo saben, es que es alguien que incide mucho, muy participativo, de estar encima. Creo que muchas veces no tiene en cuenta o le da exactamente igual echar una regañina a un futbolista, o incluso si ha tenido algún pequeño altercado con un entrenador rival", dijo Jordi Reche en DAZN.
"Tengo la sensación de que él es consciente de que todo el mundo sabe de qué pie calza, y se muestra sin ningún tipo de reparo como es. Los futbolistas agradecerían no ser reprimidos cuando acaba un partido. Son cosas de comunicación que deben ser habladas, no sé hasta qué punto él pone el foco o no. Pero estamos viendo un Pep Guardiola desatadísimo", explicó el especialista.
También ejemplificaba la figura y comportamiento del actual entrenador del Real Madrid: "Ancelotti, por ejemplo, cada vez que marca un gol el Real Madrid, o empieza una remontada, cómo hace un gesto de "piano, piano", pidiendo calma".
"Guardiola siempre ha pensado que las cosas hay que celebrarlas, y ha puesto el foco en que da igual ganar una liga a una semana o cuatro de una final de la Champions. Cuando tú te haces grande el cuerpo libera dopamina y nos bajan los niveles de cortisol, una hormona relacionada con el estrés".
"Él anima a los jugadores con que salten, celebren, se desahoguen y da un chute de positividad que me parece genial que haga. Al igual que criticamos una cosa, todo lo que sea celebrar hace que el equipo se vea más partícipe. Aquellos equipos que chocan más entre ellos, son equipos más unidos y más fuertes, y que desde fuera se les ve también así. El fútbol y la vida hay que celebrarla siempre que puedas", zanjó Jordi Reche.