Pep Guardiola y Matheus Nunes protagonizaron un momento de auténtica agonía para el Manchester City mientras se enfrentaban al Manchester United, a la vez que trataban de cerrar la que puede ser su peor racha en mucho tiempo.
El club cityzen solo ha logrado vencer un partido de los últimos once que ha disputado, un dato que refleja claramente el mal estado en el que se encuentran cuando se presentaban como máximos favoritos a todo.
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Pep Guardiola y sus increíbles reacciones en la nueva debacle del Manchester City: ¡remontada del Manchester United en cuatro minutos!
EFE
El derbi de Manchester suele dejar imágenes icónicas, en un duelo que trasciende a todos los niveles y que ambos equipos dejan todo sobre el césped para imponerse en la ciudad de Inglaterra.
El Manchester City acumula una malísima racha que comienza a despertar dudas sobre la continuidad de Pep Guardiola como técnico, a pesar de su reciente renovación en mitad de la temporada.
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Durante el transcurso del encuentro había un pequeño hilo de esperanza para los jugadores del entrenador español. Joško Gvardiol puso el primer tanto del partido para adelantar a su equipo.
Sin embargo, después de ciertos momentos de tensión, todo se cruzó en contra y por momentos se reescribió un partido completamente perdido para el Manchester City.
Amad Diallo pilló desprevenido a Ederson, pero aun así, el del United se quedó parado en el lateral del área para intentar regatear al guardameta. Pero cuando parecía una situación en parte controlada, Matheus Nunes arrasó con la calma existente.
El jugador luso arrolló a Diallo sin contemplaciones, provocando un penalti clarísimo que muy seguramente podría haberse evitado. Tal fue el impacto y la sorpresa, que Pep Guardiola no pudo contenerse y se llevó las manos a la cabeza con claros gestos de desesperación, al igual que muchos de sus jugadores.
Bruno Fernandes logró convertir la pena máxima, pero la historia no acaba ahí. Tan solo dos minutos después, en el minuto 90, Amad Diallo continuó en su afán de destruir las ilusiones de su rival.
Esta vez quería ocuparse él mismo de marcar y propinó una vaselina a Ederson para finalmente rematar antes de que el balón cayera sobre el césped. Una delicada forma para terminar de dinamitar un equipo que no ve la luz al final del túnel.
El Manchester United, que tampoco pasa por su mejor momento, dio la vuelta al partido contra un Manchester City que no logra levantarse ante las adversidades.