Hay detalles que normalmente no salen a la luz que definen liderazgos, actitudes ejemplares, relaciones que a menudo se recuerdan más que un gol o una victoria. Casi sin querer, de tantas charlas que se producen durante la temporada, acumulo esas pequeñas joyas de comportamiento humano que son como gotas de agua en el desierto, momentos de gloria a escondidas. Dejad que las comparta con vosotros.
Ver: Detalles para la historia - Fever Pitch
Habrá quien se pregunte por qué César Azpilicueta es capitán del Chelsea. Está claro que la duda ofende. Es de esos jugadores que cualquier entrenador querría en su equipo. John Terry decía que con once Daves (así se llama a Azpilicueta en Inglaterra) se ganaría siempre. ¿Por qué? Pues os pongo un ejemplo: lleva dos meses jugando con dos dedos de la mano rotos. Tuchel, que dice que es un hombre que no acepta límites, le pregunta antes de cada partido, ¿puedes participar? César podría responder de cachondeo: “¿Lo dices por la rodilla, el tobillo o los dedos?”, porque el central ha sufrido de todo. Pero siempre contesta con un escueto, “por supuesto”.
Thomas Tuchel, que estabilizó al equipo entre otras cosas al dar unas ideas básicas y fijas en lugar de los cambios que sufrían de partido a partido con Lampard, es hombre de detalles, sabe que todo cuenta. Y a menudo le gusta poner a César de ejemplo en sus charlas a la media parte, donde no solo habla de tácticas. Intervencionista como es, busca la manera de cambiar un estado de ánimo. Ante el Manchester City en mayo, tras haber encajado el primer gol del partido antes del descanso, ese famoso tanto psicológico, se dirigió al vestuario cabizbajo. No deprimido, sino reflexionando. Y encontró las palabras adecuadas para sus pupilos: “el City es un equipo fuerte, sí, pero también son humanos. Van a cometer errores. Y cuando pasa eso, debéis estar preparados”. El gol de la victoria del Chelsea en el Etihad fue justamente eso: el castigo de varios errores del City.
Para entonces los de Guardiola tenían prácticamente ganada la liga. En otro Visión de juego hemos explicado los cambios que tuvo que realizar Pep para pasar de un equipo apático a uno extraordinario, para mí la mejor creación de su carrera. Pero hay otro momento clave que explica el éxito. En octubre, Pep fue a las Maldivas a reunirse con el presidente Khaldoon al Mubarak. Todavía no había decidido sobre su futuro y Khaldoon le propuso una renovación de dos años, no de uno, como le aconsejó todo el mundo, sabiendo lo poco que a Pep le gusta casarse con proyectos a largo plazo. El presidente, ahora ya un amigo, le convenció al insistirle que seguirían ganando de la misma manera, trabajando con la misma tranquilidad que hasta ahora. Pep no puede estar más a gusto, más calmado, disfrutando de todo como nunca.
Uno de los momentos que más le emocionan es mirar alrededor y verse rodeado de los grandes entrenadores de nuestra época. Con Tuchel ha tenido largas conversaciones tras los partidos, también con Brendan Rodgers, y por supuesto Marcelo Bielsa. Que no es un loco, sino un mago. Que le pregunten a Liam Cooper que me dijo un día, “no me digas por qué pero el míster ha cambiado mi vida: no solo como futbolista. Me siento feliz, disfruto como nunca de mi mujer y mis hijos. Me ha puesto el fútbol y la vida, la derrota y la victoria, en el lugar que pertenece”.
De la felicidad se ha hablado mucho en Liverpool. ¿Cómo se puede pasar de una gran temporada a otra tan mediocre? No fueron solo las lesiones. Jurgen Klopp, recién ganada la liga, dijo: “Cuando crees que has llegado a lo más alto, ya estás cayendo”. Por ahí van los tiros. A Ferguson le preguntaron, ¿cómo mantenerse en la cumbre? Y contestó: cuando eres el número uno debes comportarte como el segundo. Ha habido fatiga mental y física, y estancamiento, después de tantos años experimentando los mismos procesos con una exigencia e intensidad tan alta. Toca reciclar.
Ole Gunnar Solskjaer está imponiendo docenas de procesos e ideas de la era Ferguson en el United. Empezando por su manera de trabajar: le interesa mucho menos la táctica, que principalmente deja a otros, que el cara a cara, la creación de una atmósfera de exigencia máxima. Su equipo nunca será sofisticado y por eso, además de elevar los mínimos, necesitará de jugadores muy buenos.
Y así, poco a poco, grano a grano, decisión a decisión, dentro y fuera del césped, se ganan y se pierden ligas.
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Visión de Juego, la sección de Guillem Balagué en 'Fever Pitch' de DAZN
Guillem Balagué nos ofrece en 'Fever Pitch' intrahistorias de fútbol que merecen ser contadas. En este último episodio, dedicado a los personajes de la Premier League, descubrimos las claves de jugadores y entrenadores que nacieron para competir en la élite del fútbol inglés.