El Real Betis está experimentando un crecimiento indudable desde el aterrizaje de Manuel Pellegrini al banquillo del Benito Villamarín, que ha comenzado a disfrutar con el juego de su equipo, ha vuelto a ganar títulos y se está acostumbrando a pasear por Europa.
En la presente edición de LaLiga Santander de nuevo el equipo verdiblanco se está destapando como uno de los mejores equipos de la competición, pugnando desde el inicio por las plazas que dan acceso a disputar competiciones europeas.
Gracias a ese crecimiento, la calidad de la plantilla del cuadro helipolitano crece con el paso de las temporadas y los objetivos son, cada vez, más ambiciosos, un proyecto que cuenta con el beneplácito de la afición y que se constata en cada enfrentamiento en el Benito Villamarín.
Los números de Manuel Pellegrini al frente de la nave bética no dejan lugar a dudas y, después de conseguir la Copa del Rey en la pasada edición, el Real Betis trata de afianzarse en zona europea y dar un paso más en la consolidación de un proyecto con miras muy elevadas.
La afición verdiblanca, una de las más fieles, leales y numerosas de LaLiga Santander, respalda en cada partido al equipo que, cada vez que disputa un partido en el Benito Villamarín, vive una auténtica fiesta ayudada, cómo no, por los resultados del equipo.
En el duelo correspondiente a la novena jornada liguera ante la UD Almería se volvió a confirmar el buen estado de salud del que goza el Real Betis en general. Si en la última ocasión fue la canción de Rosalía y su trend de TikTok la protagonista en las grada, en esta ocasión el turno fue para Quevedo.
Con su tema 'Quédate', versionado hace algunas semanas por la afición del Real Betis para convertirla en un cántico de aliento y apoyo a su equipo, el Benito Villamarín se convirtió en una festividad gigante arropada por miles de personas.
Manu Díaz y su saxofón interpretaron el exitoso tema del artista español para, en un estadio en el que todos los aficionados sacaron las linternas para cantar la canción, proyectada en los videomarcadores, convertir la previa del partido en una fiesta difícilmente comparable.